El Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) determinó el jueves 28 de septiembre rechazar un recurso presentado por el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, con el cual pretendía dejar sin efecto la censura impuesta en su contra por la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) en junio de este año.
Tras ser desaprobado por el Parlamento en su interpelación sobre tráfico y comercio de autos robados en Bolivia, el ministro presentó el recurso el 28 de julio, mientras seguía ejerciendo sus funciones a pesar de haber sido censurado.
Falta de coherencia en la motivación del fallo
En sus argumentos, el titular del Gobierno señaló que la sesión donde se decidió la censura se había desvirtuado debido a intervenciones, tanto de legisladores oficialistas como opositores, que no estaban relacionadas con el tema original de la interpelación. Además, Del Castillo consideró que no se cumplieron otros actos previos a una interpelación para fiscalizar adecuadamente, lo que lo llevó a afirmar que la resolución en su contra carecía de coherencia en su motivación.
Fundamentación insuficiente del reclamo
Sin embargo, la Comisión de Admisión del TCP consideró que la autoridad no presentó suficiente fundamentación jurídica ni constitucional para sustentar su reclamo. Observaron que el Ministro de Gobierno no denunció los criterios emitidos durante la sesión de interpelación que no estaban relacionados con ese instrumento fiscalizador. Además, señalaron que refutaba actos previos a la decisión tomada por la Asamblea Legislativa y no lo expresado específicamente en la resolución impugnada.
Rechazo del recurso por falta de fundamentos
En ese sentido, el auto constitucional 0341/2023 de agosto de 2023 de la Comisión de Admisión decidió rechazar el recurso presentado por Del Castillo. El documento está disponible en la página web del TCP.
Restitución polémica del ministro en su cargo
A pesar de que la censura implica la destitución del Ministro, el Presidente Luis Arce restituyó a Del Castillo en su cargo, lo cual fue ampliamente criticado tanto por la oposición como por los radicales del Movimiento Al Socialismo (MAS).
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