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Gaza enfrenta otro desafío: la falta de agua

Depósito para recoger el agua del mar de la planta de desalinización del sur de Gaza, la más grande del enclave. / EFE
Gaza, al borde del límite debido al bloqueo israelí y su precaria economía, ahora se enfrenta a un nuevo desafío que pone en riesgo su existencia: la falta de agua.

Gaza, al borde del límite debido al bloqueo israelí, las escaladas bélicas recurrentes y su precaria economía, enfrenta otro desafío que pone en riesgo su existencia: la falta de agua.

Este recurso escasea cada vez más debido a las malas condiciones medioambientales y la crisis climática. Ante esta situación, apuesta por la desalinización como solución.

Desalinizar para obtener agua potable.

«Desalinizar es la única forma de obtener agua potable, no tenemos otra opción», afirma Ahmed Robae a EFE mientras revisa las tuberías de la planta de desalinización más grande del enclave ubicada en el sur de Gaza.

Esta planta se encuentra frente al Mediterráneo y cuenta con varios depósitos que recogen agua marina para luego transformarla en agua dulce. Según Robae, director de la instalación, es necesario optimizar este proceso para cubrir las necesidades de los más de 2,3 millones de habitantes de Gaza.

El alto riesgo del agua corriente en Gaza.

En Gaza, bloqueada por Israel desde 2007 cuando el movimiento islamista Hamás tomó el control, beber agua del grifo solía ser normal en el pasado. Sin embargo, actualmente nadie lo hace debido al alto riesgo de contraer infecciones o enfermedades causado por la salinidad y los residuos contaminantes presentes en el agua corriente.

El acuífero costero que abastece a Gaza está siendo afectado por una extracción tres veces superior a su capacidad natural de regeneración con la lluvia. Esto se debe principalmente al constante aumento de la población.

Mejoras en el tratamiento y alcantarillado.

Shoblaq destaca que «la sobreexplotación ha provocado una mayor filtración del agua marina en el acuífero», sumado a la intrusión de nitratos y sustancias derivadas de la actividad agrícola. Sin embargo, gracias a mejoras en el tratamiento y alcantarillado, actualmente se controla cada vez más esta situación.

El 97% del agua subterránea no es apta para consumo humano.

A pesar de estos avances, el 97% del agua subterránea en Gaza no es apta para consumo humano. Además, la recuperación del acuífero podría llevar hasta tres décadas y sus habitantes solo pueden utilizar este recurso para lavar la ropa o ducharse, aunque perciban una ligera capa de sal en tejidos o piel.

La búsqueda de alternativas para obtener agua potable.

En el campo de refugiados Jabalia al norte de Gaza, Asmaa Tayeh cuenta con un gran depósito que es rellenado mensualmente por una compañía. Muchas personas en Gaza recurren a esta opción para obtener agua potable; sin embargo, Shoblaq advierte que las empresas privadas no garantizan su total salubridad.

La crisis climática empeora la falta de agua en Gaza.

La crisis climática también contribuye a empeorar la falta de agua en Gaza debido al aumento de temperaturas y descenso de precipitaciones aún más pronunciado en Oriente Medio. Esta región se calienta el doble de rápido que la media mundial.

La desalinización como solución para sobrevivir.

Hace años, la ONU señaló en un informe que Gaza sería inhabitable para el año 2020 debido a la escasez de agua potable. Aunque tres años después del plazo establecido muchos constatan que su situación es insostenible, el enclave busca soluciones como la desalinización para sobrevivir.

Ampliación y construcción de plantas desalinizadoras.

El Servicio de Agua de Gaza comenzó esta tarea en 2012 con la construcción de plantas desalinizadoras financiadas por la UE y otros donantes, con el acompañamiento de UNICEF. Actualmente, Gaza cuenta con tres complejos para desalinizar agua con una capacidad total de aproximadamente 36.000 metros cúbicos por día. Además, parte del suministro proviene de Israel a través de la compañía pública Mekorot.

Retos pendientes para garantizar acceso al agua potable.

Según Shoblaq, «con esto, un 40% de la población en Gaza recibe agua potable», aunque destaca que aún existen problemas pendientes como la crisis energética del enclave que limita las horas diarias de electricidad y afecta frecuentemente el funcionamiento de las desalinizadoras.

El futuro esperanzador para abastecer a toda la población.

En el futuro, se espera ampliar y construir más plantas para producir alrededor de 100.000 metros cúbicos diarios, cantidad suficiente para abastecer a toda la población.

Fuente: EFE


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