El Gobierno japonés anunció el martes 22 de agosto que comenzará a verter al Pacífico el agua radiactiva y tratada de la central nuclear de Fukushima este jueves. Esta decisión ha generado protestas en la sociedad nipona y en la industria pesquera nacional, así como en países vecinos como China y Corea del Sur.
El primer ministro nipón, Fumio Kishida, declaró que tanto el Gobierno como la empresa propietaria de la central, Tokyo Electric Power (TEPCO), han verificado la seguridad del vertido y por ello han decidido iniciar esta semana con él. Esta determinación se tomó después de que el mandatario visitara la planta durante el pasado fin de semana para verificar los preparativos y tras recibir el respaldo del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) al plan.
Inicio previsto para este jueves
Según Kishida, si no hay condiciones meteorológicas o marítimas que lo impidan, está previsto que el vertido comience este jueves 24. El agua proveniente de Fukushima está compuesta por agua contaminada durante el proceso de enfriamiento de los reactores dañados y combustible fundido debido al accidente nuclear provocado por un terremoto y tsunami ocurrido en marzo de 2011. También incluye filtraciones de agua de lluvia en las instalaciones durante más de diez años.
Agotamiento del espacio físico para almacenamiento
Esta agua ha sido almacenada en tanques después de someterse a un exhaustivo procesamiento para eliminar la mayoría de los elementos radiactivos. Sin embargo, los recipientes y el espacio físico destinado a su almacenamiento están llegando a su límite. Hasta finales del mes pasado, se habían almacenado aproximadamente 1,34 millones de toneladas de agua tratada, lo que representa alrededor del 98% de la capacidad máxima.
Bajas cantidades de tritio en el vertido
El líquido procesado y diluido en agua marina antes de ser vertido al mar contiene bajas cantidades de tritio, un isótopo radiactivo, así como otros residuos radiactivos en concentraciones consideradas inocuas dentro de los límites internacionales de seguridad para la industria nuclear, según el OIEA.
Rechazo por parte de la comunidad pesquera
La comunidad pesquera del país y especialmente los pescadores locales de Fukushima han mostrado su rechazo a esta iniciativa debido al impacto que tendrá en la reputación de las capturas en la zona, ya afectada por las consecuencias de la crisis nuclear. La federación nacional de pescadores de Japón emitió un comunicado señalando que no cuentan con el apoyo ni comprensión del pueblo japonés ni los pescadores y expresaron su deseo de poder volver a pescar con seguridad como antes del accidente.
Protestas frente al Parlamento nipón
Este martes, cientos de personas se congregaron frente al Parlamento nipón para protestar contra el vertido que se espera dure varias décadas en paralelo al proceso largo y complejo del desmantelamiento de la planta.
La organización ecologista y antinuclear Greenpeace también criticó esta decisión y afirmó que ignora evidencia científica. Además, agregaron que viola los derechos humanos de las comunidades en Japón y la región del Pacífico y no cumple con el derecho marítimo internacional.
Posturas divididas en Corea del Sur
El Gobierno surcoreano ha señalado que no ve problemas científicos ni técnicos en el plan japonés para deshacerse del agua. Sin embargo, el principal partido opositor del país sigue rechazando esta medida, al igual que organizaciones ecologistas surcoreanas.
China exige detener el vertido
Por su parte, China exigió a Japón detener el vertido y afirmó que tomará medidas para salvaguardar la seguridad alimentaria y la salud de los ciudadanos chinos.
Fuente: EFE