Legisladores de la bancada de Creemos solicitaron al Relator Especial sobre la Tortura de las Naciones Unidas para que realice una solicitud de acción o llamamiento urgente que pueda garantizar la protección de los derechos humanos de Amparo Carvajal.
Los legisladores enviaron la carta, ante la delicada situación que atraviesa la activista Carvajal, presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia, quien hace ocho días se encuentra en la terraza de la sede de los derechos humanos en la ciudad de La Paz.
La carta está dirigida a Nils Melzer, relator Especial sobre Tortura, a quien se le hizo conocer el trato cruel e inhumano cometido por el gobierno de Luis Arce Catacora en contra de una mujer, adulta mayor y defensora de derechos humanos en Bolivia desde la década de los años 70, manifestaron los asambleístas.
“… el Estado boliviano, incumple sus obligaciones convencionales, aunque en la presente denuncia la víctima no se encuentra privada de libertad, sus condiciones personales y el contexto donde se desarrollan las agresiones, advierten una situación de vulnerabilidad, acentuada por el hostigamiento que ejercen personas afines al partido de gobierno (Movimiento al Socialismo), que con apoyo de las instituciones estatales, le han arrebatado no solo la presidencia de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos sino también el edificio sede de la misma exponiendo un trato cruel e inhumano”, expone la carta.
Hace 47 días que un grupo a la cabeza de Edgar Salazar afín al MAS tomaron la sede de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (Apdhb), ingresaron con engaños y una vez en el interior alegaron ser los verdaderos dueños de la casa de los derechos humanos.
“Los hechos que serán descritos más adelante, denotan una situación de riesgo que puede continuar y exacerbarse con el tiempo y que tienen un efecto amedrentador, María Amparo Carvajal es susceptible de perder su vida, al exponerse en una vigilia día y noche enfrente de la sede tomada por los afines del MAS, para la defensa de sus derechos como defensora, ante la inacción de las autoridades como la Policía, y de las autoridades judiciales, quienes negaron la tutela solicitada mediante una primer acción constitucional de amparo”.
Carvajal permanece hace ocho días prácticamente a la intemperie, bajo el cobijo de una carpa de nylon, expuesta al intenso frío de La Paz. No tiene acceso a agua mucho menos al baño, no puede moverse dentro del edificio, excepto en la terraza.
Los activistas que hacen vigilia en la avenida, cada día le pasan ropa, agua, comida. Recientemente consiguieron un baño portátil.
