El director del Servicio Departamental de Salud (Sedes), Julio César Koca, informó que en el departamento de Santa Cruz se registraron casos de coqueluche en siete municipios. Actualmente, hay una niña en terapia intensiva debido a esta enfermedad.
Koca recordó que el coqueluche es una enfermedad bacteriana y recomendó que los niños reciban la vacuna de refuerzo a los dos, cuatro y seis meses de edad, seguida de dos dosis más después de los dos años y la última entre los cuatro y cinco años. En algunos países incluso se recomienda otra dosis adicional después de los cinco años.
Según explicó el director del Sedes, esta enfermedad no afecta a los adultos de la misma manera; sin embargo, estos pueden convertirse en reservorios y contagiar a otros cuando están enfermos o portadores del bacteria.
«Por eso es importante que los adultos acudan al médico para recibir el tratamiento antibiótico correspondiente. Quiero hacer un llamado a la reflexión: los más afectados por el coqueluche son los menores de dos años», advirtió Koca.
La propagación del coqueluche continúa en Santa Cruz, con un total de 40 casos activos. De estos, 16 son menores de dos años y un bebé de tan solo diez meses está en terapia intensiva debido a complicaciones relacionadas con la enfermedad.
En lo que va del año, esta enfermedad cobró la vida de dos niños. El último fallecimiento ocurrió hace una semana y la madre solicitó una mejora en la atención brindada por los centros hospitalarios.
La madre lamentó que el coqueluche haya arrebatado la vida de su hija recién nacida, Franciely. La niña nació el 1 de junio y todo parecía ir bien hasta que, un día antes de cumplir su primer mes, comenzó a presentar tos.
Su madre la llevó de inmediato al centro de salud, donde le indicaron que debía recibir nebulizaciones durante tres días, instrucción que siguió al pie de la letra. Sin embargo, al tercer día del tratamiento, la salud de la pequeña empeoró.
El coqueluche o tos ferina es una enfermedad respiratoria causada por Bordetella pertussis. Puede afectar a personas de cualquier edad y produce un síndrome clínico característico que varía en intensidad según el estado inmunológico y la edad del paciente.
Es importante destacar que esta enfermedad es altamente contagiosa y se transmite a través de las gotas de saliva expulsadas al toser. Se estima que un caso primario puede transmitir la enfermedad a otros 17 casos secundarios, aunque esto depende en última instancia de la inmunidad del caso primario y los individuos expuestos.
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