El club Blooming impugnó este lunes el partido que perdió el sábado ante Wilstermann (0-1) por la supuesta actuación antirreglamentaria del mediocampista uruguayo, Rodrigo Amaral, quien tendría una sanción pendiente de tres meses por la agresión contra el árbitro Edwin Paredes, ocurrida en marzo de 2022, cuando jugaba en The Strongest.
En el documento presentado por la dirigencia cruceña al Tribunal de Disciplina Deportiva, se indica que no existe ninguna apelación por el caso de Amaral, por lo tanto, el futbolista está castigado “sin cumplir su sanción dentro de los alcances del artículo 48 y artículo 49 del Código Disciplinario de la FBF”.
En la impugnación presentada al TDD de la FBF -bufete Godoy & Ayala Asociados con sede en Asunción (Paraguay)-, el club Blooming pide que los tres puntos en juego del encuentro de sábado, por la fecha 18 del Campeonato División Profesional, vayan a su favor.
Entre los argumentos que presenta la representación legal de Blooming está en el hecho de que a la recisión del contrato con The Strongest, Amaral jugó para Fénix y Plaza Colonia en su país este año, cuando la sanción era vinculante y no podría actuar en ningún club del mundo.
“La actuación de un jugador en un partido oficial hoy es una burla a la justicia deportiva, es decir se patea a un árbitro, se va a otro país y vuelve como si nada no es correcto”, indica el documento firmado por el presidente de Blooming, Sebastián Peña.
Amaral debutó con los “aviadores” el sábado, tras ingresar en reemplazado de Ariel Nahuelpán, a los 58 minutos. El jugador llegó a Cochabamba como refuerzo para esta segunda mitad de la temporada.
Hundido en la zona del descenso de categoría, estos tres puntos representan un alivio para el objetivo de los celestes de mejorar su puntuación.