La inteligencia artificial (IA) ha demostrado su potencial y los peligros que puede suponer, como el «reemplazo» de ciertos empleos. Sin embargo, también amenaza al medioambiente al mantener conversaciones cada 50 preguntas.
Para que la tecnología pueda funcionar, necesita una gran cantidad de datos. Los centros de datos son los mayores responsables de la emisión de gases de efecto invernadero y consumen una mayor cantidad de energía para tratar toda esa información.
El aumento del uso del Chat GPT
Cada vez más empresas se suman al uso del Chat GPT, lo que significa un aumento en el consumo energético. Se estima que la aplicación de inteligencia artificial emite 8,4 toneladas de dióxido de carbono al año, es decir, más del doble que lo emitido por un individuo (4 toneladas anuales).
El tipo de fuente energética utilizada en el centro de datos
El tipo de fuente energética utilizada en el centro de datos puede incrementar o reducir esa cifra; aquellos que emplean carbón o gas natural generan emisiones mucho más altas en comparación con aquellos que se nutren de energía solar, eólica o hidroeléctrica.
El alto costo ambiental no solo en términos huella carbono sino también hídrica
Por otra parte, los centros estadounidenses más modernos consumen 700.000 litros de agua dulce limpia para su entrenamiento. Esta nueva herramienta tiene un alto costo ambiental no solo en términos huella carbono sino también hídrica; coste que podría aumentar con la frecuencia del uso.
/RFS