Rolls-Royce presentó su primer modelo 100% eléctrico, el Spectre. La marca de lujo está buscando alternativas para alimentar las baterías sin necesidad de enchufarlas a la red y podría cambiar el modo de propulsar sus autos eléctricos en el futuro, reemplazando las baterías de iones de litio que equipan al primer modelo, por la tecnología asociada al hidrógeno.
Charles Rolls, cofundador de Rolls-Royce, se enamoró de un automóvil eléctrico llamado Columbia antes de fundar la compañía en 1900 debido a su funcionamiento limpio y silencioso.
Sin embargo, él mismo era consciente de los problemas y limitaciones que tenían estos modelos en aquel entonces y que evitaban que fueran competitivos «al menos durante muchos años».
El Spectre tiene una mecánica 100% eléctrica bajo su elegante traje coupé heredada toda la tecnología BMW i.
Además, tiene una batería de litio con una capacidad máxima del mercado actual con 120 kWh y rinde nada menos que 480 kilómetros de autonomía.
El éxito del modelo superó todas las expectativas cuando todavía faltan tres meses para entregar las primeras unidades.
Este nuevo modelo apuesta por modernizar todas las señas actuales como su generosa parrilla cromada con rejillas verticales y marco grueso, su sistema de iluminación en formato doble faro con la zona superior reservada para las luces diurnas LED, un capó oscuro que le da al coche un formato bicolor y una silueta similar a la del Rolls-Royce Wraith.
Rolls-Royce dejó claro que este es un modelo completamente nuevo, nacido desde cero como eléctrico y asegura que será uno de los modelos más importantes en los 117 años de historia de la compañía británica.
La marca tiene como objetivo convertirse en una firma 100% eléctrica para el año 2030, al igual que otras marcas europeas recientemente.
