Tras pasar 37 días de sufrimiento, Matilde Jiménez Medrano de 30 años, víctima de gravísimas quemaduras en su rostro y en su garganta, debido a que su esposo le arrojó ácido, murió esta jornada en el Hospital Viedma de Cochabamba, según informó la fundación Voces Libres.
Se trata del cuarto feminicidio en el departamento y el número 25 en Bolivia, en lo que va del 2023.
La joven madre dejó en la orfandad a una niña de 12 años y una adolescente de 14.
El ataque ocurrió el 25 de febrero en el barrio Minero San Juan, zona Sur de Cochabamba. Matilde se enteró de la infidelidad de su esposo, Vitalio P., y le reclamó.
En respuesta el sujeto tomó un ácido y se lo arrojó a la cara, cuello y el pecho. El compuesto químico afectó los labios, lengua, faringe, mejillas, mentón, cuello y pecho de Matilde, quien quedó con quemaduras de segundo grado.
Matilde fue auxiliada en primera instancia en la clínica Omexfam, el médico intensivista, Leonardo Durán, la examinó y certificó que la paciente ingresó con dificultad respiratoria, tos, flemas y dificultad para tragar debido a una ingestión forzada de líquido cáustico indeterminado por parte de su cónyuge.
Tras obtener el diagnóstico, el Área de Salud de la Fundación Voces Libres gestionó su traslado en una ambulancia al hospital Viedma.
La víctima permaneció en dicho hospital, desde febrero hasta hace unos días, cuando solicitó el alta, pues su padecimiento no mitigaba y le comunicaron que tenían que operarla para ponerle un tubo que permitiera su alimentación.
Según la fundación, Matilde estaba deprimida y solamente quería estar cerca de sus hijas. La llevaron a Punata, junto a su familia.
Sin embargo, la mujer sintió un malestar y fue trasladada hasta el Hospital Viedma para ser atendida, pero, debido a la falta de espacio y camillas, tuvo que quedarse en una silla hasta el martes por la tarde. Pese a recibir un inyectable, ella no resistió y falleció este lunes.
La abogada del Observatorio de Justicia de la Fundación Voces Libres, Mercedes Cortez, lamentó la tragedia de la víctima, de sus hijas, de la familia.
“Matilde solamente tenía 30 años, una vida por delante, deseaba ver crecer a sus hijas, trabajar, viajar, disfrutar de ser abuela un día. Todo eso le fue arrancado de una manera tan cruel por un hombre que decía amarla, pero que creía que tenía derecho a herirla, a maltratarla y hasta matarla”, dijo.
El acusado, Vitalio P., chofer de una línea de trufis que viajan al trópico, está detenido preventivamente por el delito de tentativa de feminicidio desde el 26 de febrero, pero ahora se solicitará que sea recalificado a feminicidio.
“Ahora pediremos que el delito sea recalificado a feminicidio y pediremos 30 años de cárcel”, adelantó la jurista.
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