Thomas Müller no está viviendo un 2023 de lo más fácil. Después de fracasar con su selección en el Mundial de Qatar, donde Alemania tuvo que hacer las maletas después de la fase de grupos, la leyenda bávara ha pasado a un segundo plano en el club de su vida. El emblema del Bayern de Múnich parece haber perdido la titularidad en este comienzo de año y empezó en el banquillo tanto en Leipzig (1-1) como ante el Colonia (1-1), creando de esta manera un debate nacional dado a su estatus de intocable.
“Desde el punto de vista de un entrenador, se trata de evaluar el rendimiento en los entrenamientos, el rendimiento en los partidos y el momento que atraviesa el jugador”, explicó el técnico Julian Nagelsmann al ser preguntado por Müller y añadió: “es bastante normal cuando has estado lesionado y el equipo ha rendido bien que, cuando vuelves, haya algunos momentos en los que estés por detrás y eres el que tiene que luchar por un puesto en el once”. Tanto Musiala como Choupo-Moting están por delante del mito muniqués en estos momentos.
El propio Müller explicó: “todo el mundo tiene que estar subordinado al equipo. Lo más importante es que ganemos como equipo, y eso también se aplica a mí”. Ocurre lo mismo en la selección alemana: tan solo unas semanas después de dejar claro que seguirá estando disponible para Hansi Flick si éste así lo considera, el rotativo alemán Sport Bild desveló que Müller, a priori, no entra en los planes del seleccionador alemán de cara a la Eurocopa 2024. El campeón del mundo de 2014 sabe que ha llegado la hora de luchar.
