El sector cultural de Oruro pidió que se abra nuevamente el Teatro de la Casa Municipal de Cultura «Javier Echenique Álvarez». Otra de las demandas para esta gestión fue la consolidación de proyectos artísticos presentados en el Plan Operativo Anual (POA) de la Municipalidad y Gobernación.
Desde el Consejo Departamental de Culturas (CDC), se anunció el impulso de la Ley Departamental de Culturas y la Cumbre Nacional de Culturas, como objetivo comprometido en las Jornadas Culturales.
«Una de las prioridades sería, la pronta apertura de la Casa Municipal de Cultura, que llevaba la promesa de estrenarse en el 2022 pero no se ha dado respuestas sobre su retardación, siendo vital para el desarrollo de los proyectos artísticos de todo el movimiento cultural boliviano», destacó el presidente del CDC, Gustavo Calizaya.
El representante también hizo énfasis en la generación de una agenda cultural nutrida para el 2023. Además del desarrollo de proyectos formativos para incluirlos en la malla curricular.
«Otra necesidad urgente es el desarrollo de los proyectos formativos para las unidades educativas en las diversas áreas artísticas, ya que la nueva malla curricular requiere que las expresiones artísticas formen parte integral de la educación», añadió.
En nota publicada el 1 de enero de 2023, la secretaria municipal de Cultura Sarah Morales, aseguró que en 2022, ya fue separado el presupuesto para la reposición de butacas la Casa Municipal de la Cultura «Javier Echenique Álvarez», cuyo monto será ejecutado este año.
«Son 500 butacas las que han sido donadas y estamos hablando de casi un millón de bolivianos lo que nos costaría reponer estas butacas. Hemos visto bastantes proveedores que varía entre 1.000 a 1.200 o incluso hasta 2.500 cada butaca, pero tenemos la posibilidad de seguir analizando. Estamos respaldándonos para comprar porque no hay esta figura», declaró entonces.
ANTECEDENTES
En la gestión de la exalcadesa Hilaria Sejas, la Secretaría Municipal de Cultura, comandada en ese entonces por Silvia Padilla, donó las 500 butacas a dos unidades educativas, Donato Vásquez y Simón Bolívar, con el argumento de renovarlas. Desde entonces, el espacio cultural no fue utilizado.
