Al menos 60.000 presuntos pandilleros fueron detenidos en El Salvador, en el marco de la denominada guerra contra las pandillas impulsada desde marzo por el Presidente, Nayib Bukele; informó en recientes horas el fiscal General de ese país, Rodolfo Delgado.
De esa cifra, casi 400 fueron arrestados después de que los militares cercaron la ciudad de Soyapango el 3 de diciembre, en la periferia de San Salvador, según explicó a los medios de comunicación el ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro.
Otra de las medidas adoptadas por el Gobierno de El Salvador fue la instauración del régimen de excepción, que permitió las detenciones sin orden judicial; esta medida fue una respuesta por la dramática “ola” de violencia que cobró la vida de 87 personas entre el 25 y el 27 de marzo.
Esta determinación fue cuestionada por diferentes organismos humanitarios que denunciaron presuntas violaciones de los Derechos Humanos, según informó AFP.
De acuerdo con Villatoro, casi nueve meses después de que entró en vigor el régimen de excepción las autoridades lograron detener a 900 cabecillas de bandas criminales, y a diez de 15 miembros del mando general de la Mara Salvatrucha, conocidos como Ranfla Nacional.
La Dirección de Centros Penales está construyendo una cárcel para albergar a 40.000 pandilleros en la zona rural de Tecoluca, en el centro del país, que debe empezar a operar a inicios de 2023.
Antes de la implantación de todas estas medidas, en las cárceles de El Salvador había 16.000 pandilleros recluidos.
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