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La violinista y el pianista muestran en recital el talento cultivado desde niños

Abel en el piano y Fernanda en el violín encantaron en su recital de graduación /LA PATRIA
La autoridad institucional, aseguró que con este paso, tanto la violinista como el pianista, podrán optar a su formación superior una vez que cumplan la mayoría de edad.

Tanto Fernanda Del Carmen González Mejía, como Abel Emanuel Quispe Ergueta aprendieron a tocar el violín y el piano respectivamente desde niños. Ayer, reflejaron todo lo aprendido en un recital que fue aplaudido de principio a fin.

En el escenario del Instituto de Formación Artística (IFA) «María Luisa Luzio», cada uno, interpretó un repertorio con el que concluyeron sus estudios en la ejecución de sus instrumentos.

«Este es el recital de graduación de Fernanda en especialidad de violín y de Abel en piano. Básicamente ellos, han crecido en este lugar, son siete años de estudio de cada uno obtuvo desde los nueve años. Esta toda su vida reflejada en este concierto que dieron», destacó el director académico Erik Ramírez.

La autoridad institucional, aseguró que con este paso, tanto la violinista como el pianista, podrán optar a su formación superior una vez que cumplan la mayoría de edad.

CONCERTISTAS

Los jóvenes concertistas, regalaron sus interpretaciones de los autores más clásicos de la música hasta otras de autores latinoamericanos y bolivianos. Aunque cada uno tuvo su propio recital, compartieron el mismo escenario y noche de concierto.

«Este recital de violín es para salir del nivel de capacitación, que nos formaron por mucho tiempo. En mi caso toco el violín alrededor de ocho años y lo que más me gusta es que se puede expresar todos los sentimientos, ya se debe dar todo para que suene fuerte», manifestó la violinista Fernanda Del Carmen González.

Para Abel Quispe Ergueta, las ocho piezas interpretadas significaron los años de esfuerzo que tiene en sus recuerdos infantiles. Aseguró que no pretende dejar el instrumento que le apasiona.

«Estoy en la especialidad de piano clásico que me preparé desde los nueve años, con esto ya puedo optar por el técnico superior, pero me falta aún ser mayor de edad. En mi caso compartí ocho piezas que las dedico con mucho aprecio para el público», destacó Abel.

Casualmente, ambos comenzaron a aprender los primeros arpegios cuando tenían 9 años y ahora de adolescentes se gradúan tras siete años de aprendizaje en un recital en el que la rectora de la institución Skarleth Guizada, entregó sus certificados y los aplausos cerraron la velada musical.


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