El Tribunal Oral Federal (TOF) segundo condenó ayer a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos a la vicepresidente argentina Cristina Fernández de Kirchner, quien fue declarada culpable por administración fraudulenta y presunto direccionamiento de la obra pública vial de Santa Cruz en favor del empresario Lázaro Báez entre el 2003 y 2015.
No obstante, la autoridad del vecino país, al igual que otros 12 imputados, fue absuelta del delito de asociación ilícita, otra figura por la que fue acusada por los fiscales Diego Luciani y Segio Mola. Esta se trata de una condena histórica porque es la primera vicepresidente en ser condenada por corrupción mientras ejerce su cargo, según informaron diversos medios argentinos.
El veredicto fue dado por los jueces Jorge Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso, cuyos fundamentos se darán a conocer el 9 de marzo del siguiente año, fecha en la que también se pondrán presentar apelaciones, según informó Télam.
El empresario Báez también fue condenado a seis años de prisión como partícipe necesario de administración fraudulenta, mientras que el exsecretario de Obras Públicas, José López, y el exdirector de Vialidad Nacional, Néstor Periotti, recibieron la misma pena como coautores del delito; todos recibieron la sanción de inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.
De los trece imputados por este caso tres fueron absueltos: el exministro de Planificación Federal, Julio De Vido; el exsubsecretario de Obras Públicas, Abel Fatala, y el expresidente de la Administración General de Vialidad Provincia de Santa Cruz (AGVP), Héctor Garro.
Pese a la sentencia, la vicepresidente no entrará a la cárcel y podrá seguir siendo funcionaria y candidata en las próximas elecciones al cargo que desee ya que, según el nuevo Código Procesal Penal Federal, la pena se aplica cuando se agotan todas las instancias judiciales de revisión, lo que puede demorar años, según publicó el diario La Nación.
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