La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) lanzó finalmente este 16 de noviembre desde el Centro espacial Kennedy de Florida su nuevo megacohete lunar SLS y la nave espacial Orión en una misión de seis semanas alrededor de la Luna y de regreso a la Tierra.
Se trata de Artemis I, es la primera prueba de vuelo integrada del cohete del Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS) de la NASA, una nave espacial Orión sin tripulación y los sistemas de tierra en el Centro Espacial Kennedy de la agencia. La misión allanará el camino para un vuelo de prueba tripulado y una futura exploración lunar humana como parte del programa Artemis.
El despegue ocurrió a las 06:48 horas UTC (tiempo universal coordinado), 44 minutos más tarde de lo previsto debido a que la cuenta atrás se detuvo a T-10 minutos porque hubo que reemplazar una conexión informática y subsanar fugas intermitentes detectadas horas antes durante el repostaje de la etapa superior con hidrógeno y oxígeno líquidos.
Después del huracán Nicole, que demoró dos días este lanzamiento, los equipos realizaron evaluaciones exhaustivas del cohete, la nave espacial y los sistemas terrestres asociados y confirmaron que no hubo impactos significativos por el clima severo.
El cohete SLS y la nave espacial Orión llegaron a la plataforma de lanzamiento 39B de Kennedy el 4 de noviembre y superaron la tormenta allí. Los ingenieros previamente hicieron rodar el cohete de regreso al hangar el 26 de septiembre antes del huracán Ian y luego de rechazar dos intentos de lanzamiento anteriores: el 29 de agosto debido a un sensor de temperatura defectuoso y el 4 de septiembre debido a una fuga de hidrógeno líquido en una interfaz entre el cohete y el lanzador móvil.
Durante este vuelo, la nave espacial Orión volará más lejos de lo que jamás haya volado ninguna nave espacial construida para humanos. Viajará a más de 450.000 kilómetros desde la Tierra, miles de kilómetros más allá de la Luna y permanecerá en el espacio más tiempo que cualquier nave para astronautas sin acoplarse a una estación espacial y regresará a la Tierra más rápido y soportando más temperatura que nunca.
A medida que la nave orbite alrededor de la Tierra, desplegará sus paneles solares y la etapa de propulsión criogénica provisional (ICPS) le dará a Orión el gran impulso necesario para abandonar la órbita de la Tierra y viajar hacia la Luna. A partir de ahí, Orión se separará del ICPS unas dos horas después del lanzamiento. Luego, el ICPS desplegará una serie de pequeños satélites, conocidos como CubeSats, para realizar varios experimentos y demostraciones de tecnología.
El viaje de ida a la Luna llevará varios días, tiempo durante el cual los ingenieros evaluarán los sistemas de la nave espacial y, según sea necesario, corregirán su trayectoria. Orión volará a unos 100 Km. sobre la superficie de la Luna, y luego usará la fuerza gravitatoria de la Luna para impulsarse a una nueva órbita retrógrada profunda, u opuesta, a unos 70.000 Km. de la Luna.
La nave espacial permanecerá en esa órbita durante aproximadamente seis días para recopilar datos y permitir que los controladores de la misión evalúen el desempeño de la nave espacial. Durante este período, Orión viajará en una dirección retrógrada alrededor de la Luna desde la dirección en que la Luna viaja alrededor de la Tierra.
Para su viaje de regreso a la Tierra, Orión realizará otro sobrevuelo cercano que llevará a la nave espacial a unos 96 kilómetros de la superficie de la Luna, la nave espacial utilizará otro encendido del motor sincronizado con precisión del módulo de servicio proporcionado por Europa junto con la gravedad de la Luna para acelerar de vuelta hacia la Tierra.
Esta maniobra pondrá a la nave espacial en su trayectoria de regreso a la Tierra para ingresar a la atmósfera de nuestro planeta viajando a 11 kilómetros por segundo, produciendo temperaturas de aproximadamente 2.760 grados Celsius. La nave Orion amerizará finalmente en el Océano Pacífico.
El segundo vuelo de Artemis, ya con tripulación, volará en una trayectoria diferente y probará los sistemas críticos de Orión con humanos a bordo. El cohete SLS evolucionará desde una configuración inicial capaz de enviar más de 26 toneladas métricas a la Luna, hasta una configuración final que puede enviar al menos 45 toneladas métricas. Las futuras misiones de exploración con tripulación a bordo de Orión se ensamblarán y acoplarán con la futura Estación Orbital de enlace lunar Gateway.
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