Tres conjuntos folklóricos del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, armaron anoche la fiesta en la sede de Gobierno, durante la inauguración de la Cumbre Nacional del Patrimonio Cultural Boliviano.
La actividad se inició ayer con una entrada de los patrimonios intangibles de Bolivia, entre ellos, la fiesta Grande de Tarija con los Chunchos de San Roque, también estuvo San Ignacio de Moxos, los Phujllay de Tarabuco, y los Kallawayas de Charazani, departamento de La Paz.
Asimismo, ingresaron los tinkus de la fiesta de Chutillos de Potosí, puesto que, según las autoridades culturales bolivianas, se trabaja en el proyecto para que el Tinku sea declarado Patrimonio Cultural.
Las delegaciones de esas manifestaciones ingresaron al centro de La Paz, en medio de la expectativa de los ocasionales transeúntes, así como de las autoridades que estuvieron presentes en el palco oficial, como el vicepresidente del Estado, David Choquehuanca; la ministra de Culturas, Sabina Orellana; el representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), César Moreno, además de invitados especiales.
CARNAVAL DE ORURO
Cada uno de esos patrimonios se llevaron aplausos y contagiaron su danza a los presentes, sin embargo, cuando el presentador anunció la presencia del Carnaval de Oruro, hubo una reacción insospechada del público que como enseñados comenzaron a aplaudir y gritar de alegría.
Fue cuando se abrió el telón imaginario y comenzaron a ingresar uno a uno los tres conjuntos folklóricos de la Obra Maestra, que armaron toda la fiesta en Plaza Murillo. Asimismo, ingresaron las autoridades ediles como el alcalde de Oruro, Adhemar Wilcarani, quien lució un poncho de vicuña; además del concejal Jesús Cruz, ataviado con el traje de Convite de la Morenada Central Oruro.
Los dirigentes de la Asociación de Conjuntos del Folklore de Oruro (ACFO) también sentaron presencia en la sede de Gobierno.
De las entidades folklóricas, lideró la Llamerada Zona Norte, quienes con un estilo único que solo se ve en la Alta Tierra de los Urus, encantaron a los asistentes, quienes observaron la danza y los trajes de lujo que lucieron los danzarines, devotos de la Virgen del Socavón. Cada melodía era bailada con alegría y mucha emoción transmitiendo al público la magia del Carnaval de Oruro.
Fueron más de un centenar de danzarines que participaron en el denominado kilómetro cero. Como ocurre en la tierra de Pagador, se unió el bloque de la Universidad Mayor de San Andrés.
Siguió la Fraternidad Morenada Central Oruro, dirigida por su presidente Gary Condori y sus flamantes directivos, quienes llevaron la guía de la institución. Entraron cantando las tradicionales morenadas orureñas. Luego siguieron los distintos bloques de figuras, reyes morenos, achachis, caporales y la tropa de morenos.
“Carnaval de Oruro, lo mejor del mundo”, era la melodía que hacía retumbar la Banda Intercontinental Poopó de Oruro en el centro paceño, ocasionando el delirio de los asistentes, quienes bailaban y aplaudían en su sitio.
Y no podía faltar, la presencia de la danza primigenia del Carnaval de Oruro, con la Fraternidad Artística y Cultural La Diablada, quienes ingresaron imponentes por las calles paceñas, la agilidad del bateo y los pasos mostrados, solo ocasionaron que el “cherry” sea colocado sobre la torta. Hubo un delirio generalizado, los diablos del buzo blanco conquistaron La Paz con sus infernales atuendos y con su danza ratificaron el por qué es Oruro, la Capital del Folklore de Bolivia.
Fue un regalo impensado para el centro político del país, que al final su público ponderó la magnificencia del Carnaval de Oruro.