El dirigente de los comunarios de Porongo, Jorge Sosa, tildó de dictador al gobernador Luis Fernando Camacho, debido a que personas afines a la autoridad desalojaron con violencia a los manifestantes que realizaron una vigilia en el atrio de la Gobernación cruceña la presente jornada, pidiendo la abrogación de la Ley Departamental 208.
“Ésta es la respuesta que nos ha dado a nuestra petición de diálogo. Camacho es un dictador y tiene que irse”, aseveró Sosa.
Decenas de personas presuntamente afines al Gobernador de Santa Cruz, llegaron hasta las puertas de la Gobernación y desalojaron por la fuerza a los manifestantes.
De acuerdo con videos que circularon en redes sociales, esas personas utilizaron piedras, palos y petardos mientras exigían a los comunarios retornar a sus localidades.
“Camacho mandó a su gente, esas personas vinieron con cuchillos y patearon a mujeres y ancianos (…) El dictador no atendió el pedido de dialogar para eliminar la ley 208”, afirmó Sosa.
Según el dirigente, la aprobación de la Ley 208 no fue consensuada y afecta a los pobladores de Porongo, La Guardia y Buena Vista, al declarar al sector como Unidad de Conservación del Patrimonio Natural.
No obstante, el ministro de Obras Públicas, Edgar Montaño, explicó en días recientes que uno de los artículos de la Ley 208, aprobada en el Gobierno Transitorio, sí permite construcciones y obras de infraestructura en el sector Güendá – Urubó.
En este sentido, cuestionó que el gobernador rechace la construcción de la carretera Buena Vista – Las Cruces, que tiene financiamiento.
Además, los comunarios le recordaron a la autoridad cruceña que suscribió un acuerdo en el que se comprometió a apoyar la construcción de la carretera y ver la Ley 208.
“Queremos otra ley consensuada (…) vamos a continuar con las movilizaciones, y no vamos a permitir más que vengan y nos maten los matones de Camacho, nos está confrontando entre cruceños el dictador”, aseveró el dirigente de los comunarios.
Entre tanto, comentarios nuevamente instalaron la vigilia en puertas de la Gobernación cruceña.
Para evitar otro escenario de violencia, personal policial se apostó en el medio de ambos bandos.
