Tras conocerse que Luiz Inácio Lula da Silva y Jair Bolsonaro deberán enfrentarse nuevamente en las urnas el próximo 30 de octubre para definir al Presidente de Brasil, políticos oficialistas y opositores bolivianos reaccionaron hoy a los resultados de los comicios que se celebraron en el país vecino la jornada precedente.
El actual mandatario superó lo que pronosticaban las encuestas al conseguir un 43.2 por ciento de la aprobación de los votantes con el 99.61 por ciento de los votos escrutados, mientras que su oponente, Lula, consiguió un 48.3 por ciento, dos puntos menos de lo que pronosticaron las consultas previas.
Al respecto el senador del Movimiento Al Socialismo, Félix Ajpi, manifestó que el capitalismo norteamericano hará todo lo posible para que Lula no resulte ganador de los comicios electorales, por ende, instó al pueblo brasileño a pensar bien su voto el 30 de octubre para no sufrir atentados a los Derechos Humanos y descalabro económico.
Ante la consulta de sospechas sobre un fraude electoral, el asambleísta dijo que no corresponde hablar sin respaldo.
“Mientras yo no tenga pruebas no puedo asegurar, a mí no me gusta hablar con conjeturas. Se dice que se trabaja electrónicamente hace más de 25 años; nosotros confiamos en la gente, pero si se encuentra la mala fe ya veremos”, manifestó Ajpi según el reporte de la corresponsal de LA PATRIA Radio en la Sede de Gobierno.
Por su parte, el diputado de Comunidad Ciudadana (CC), Beto Astorga, se refirió a la imprecisión de las encuestas que posicionaban a Lula da Silva como el amplio favorito; además, manifestó que su fracaso en las elecciones se debió a las visitas del Presidente Luis Arce y el exmandatario Evo Morales.
“Sabemos que estas dos personas están observadas en la región, el primero por el incremento del narcotráfico y el segundo por fraudulento; entonces, el apoyo de Arce y Morales perjudicaron a Lula da Silva para que no gane en primera vuelta”, explicó Astorga según el reporte de la corresponsal de este medio de comunicación en La Paz.
Para ser elegido como Presidente de Brasil, uno de los candidatos debe obtener el 50 por ciento más uno de los votos válidos.
El actual mandatario brasileño, desacreditó previamente el sistema electoral de su país y advirtió que no aceptaría los resultados, sin embargo, venció a su oponente en los estados del Sudeste, los más poblados del país.
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