La monarca del Reino Unido fue despedida este lunes con un solemne funeral de Estado, el quinto en los últimos cien años, que tuvo la presencia de más de 2.000 invitados, y que reunió a cientos de representantes de las esferas más importantes del poder mundial.
El deán de Westminster, David Hoyle, resaltó en el inicio de la misa el luto, pero también el gran agradecimiento a Isabel II, en el lugar que la vio casarse en 1953 y que también fue testigo de la coronación de la monarca que gobernó por más de 70 años, según informó el portal de noticias Europa Press.
Las lecturas estuvieron a cargo de la primera ministra de Reino Unido, Liz Truss, la secretaria general de la Commonwealtlh, Patricia Scotland, además de las participaciones de distintos representantes religiosos de todo Reino Unido, encabezados por el arzobispo de Canterbury, Justin Welby.
Al término de la ceremonia se brindaron dos minutos de silencio, donde los más de 2.000 invitados mostraron de pie su respeto a la figura que es considerada como un símbolo de la monarquía a nivel global.
La música tocada por el gaitero de la reina sirvió como término a un acto que precedió a un nuevo cortejo fúnebre hasta el Arco de Wellington, desde donde partió el coche que trasladará los restos de Isabel II hasta el castillo de Windsor.
La capilla de San Jorge será la última morada de la reina, quien será enterrada junto a su esposo Felipe, duque de Edimburgo.
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