Horas antes de pasarle el mando, este martes, Boris Johnson prometió su “apoyo más ferviente” a la nueva primera ministra británica, Liz Truss, poniendo fin a un Gobierno marcado por el Brexit y la pandemia del Covid-19, el cual terminó bajo la presión de los escándalos.
El líder conservador, de 58 años, obligado a dimitir a principios de julio por sus propios diputados, indignados con la multiplicación de escándalos, se despidió a primera hora de esta mañana en las puertas de Downing Street, ante una multitud de seguidores y familiares.
Asimismo, hizo balance de sus tres años de mandato, recordando que logró en 2019, la más importante mayoría conservadora desde 1987 con la promesa de realizar un Brexit que parecía imposible tras años de caos político.
Luego de su último discurso, de apenas siete minutos, emprendió viaje hacia la residencia escocesa de la Reina Isabel II, en Balmoral, para presentar oficialmente su renuncia.
Este año, debido a los problemas de movilidad de la Monarca de 96 años, tanto Johnson como su sucesora deben viajar más de 800 kilómetros al Norte.
Truss es la tercera mujer a la cabeza del Gobierno británico, después de Margaret Thatcher de 1979 a 1990 y Theresa May de 2016 a 2019, La autoridad electa representa al “ala” más derechista del partido y prometió bajar impuestos para impulsar una economía al borde de la recesión.
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