El jefe de Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, afirmó que “vio lo que necesitaba ver” en la visita de este jueves a la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, ocupada por Rusia y blanco de bombardeos en las últimas semanas.
“Pienso que en estas pocas horas pudimos recabar muchas informaciones. Vi las principales cosas que necesitaba ver y sus explicaciones fueron muy claras”, señaló Grossi, que encabezó el equipo de inspectores, en declaraciones a medios rusos.
Dejar de jugar con fuego
Ubicada a orillas del río Dniépr, la planta y sus alrededores son objeto de preocupación por haberse convertido recientemente en blanco de bombardeos de los que rusos y ucranianos se acusan mutuamente.
“Es hora de dejar de jugar con fuego y tomar medidas concretas para proteger esta instalación y otras similares de cualquier operación militar”, aseveró el director general del Comité Internacional de la Cruz Roja, Robert Mardini, a los periodistas en Kiev.
Además, informó que el más mínimo error de cálculo podría desencadenar devastaciones que lamentaremos durante décadas.
La planta está desde marzo en manos de Moscú que, según Ucrania, desplegó en su interior hombres y armamento.
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