El Helsinki Olympic Stadium, de Finlandia, fue el escenario que albergó la final de la Supercopa de Europa que se disputó este miércoles. Ocasión en que el Real Madrid, campeón de la Champions League, se enfrentó al Eintracht Frankfurt, poseedor de la última edición de la Europa League, terminó venciendo por 2 goles a 0 y coronarse campeón.
Sobre la primera media hora de juego, de una proyección de Federico Valverde, Karim Benzema recibió del uruguayo y habilitó a Vinicius, quien de primera dejó sin posibilidades a Kevin Trapp. Sin embargo, cuando el brasileño se disponía a celebrar su conquista, Tuta apareció en la línea de fondo y mantuvo la paridad en cero gracias a una maniobra de gran sacrificio.
Vinicius después de una escapada y jugada personal, pudo haber festejado si no hubiera sido por la notable reacción del portero Trapp. De todos modos, el tanto ibérico llegó a los 37 minutos. Fue después de un envío aéreo en el que Casemiro abasteció a David Alaba para que el defensor austríaco marcara el 1 a 0 sin ninguna resistencia.
En el complemento los de Carlo Ancelotti se encargaron de manejar los tiempos del partido con una clara posesión a su favor. Con Luka Modric como máximo referente en la distribución. Y todo comenzó a resolverse cuando Karim Benzema selló el 2 a 0. Con su cara interna, el francés liquidó el choque después de una aparición de Vinicius, quien desarticuló a la defensa rival y se asoció con el goleador para que éste resolviera con una clase de técnica y precisión.
Real Madrid sumó su título 98 de su historia. La victoria le permitió adquirir por quinta vez la Supercopa de Europa, dado que en el pasado ya lo había hecho frente al Manchester United (en 2017), el Sevilla (2014 y 2016) y el Feyenoord (2002). El club más grande del planeta sumó una nueva estrella. Y en esta ocasión su víctima fue el Eintracht Frankfurt.