La Federación Departamental de Cooperativas de Transporte de Santa Cruz no acatará el paro de 48 horas convocado por el Comité Interinstitucional cruceño, para el 8 y 9 de agosto, según anunció la presente jornada el dirigente Ronald García. Además demandó garantías al Ministerio de Gobierno y la Fiscalía departamental para desempeñar su trabajo.
“El miércoles tuvimos una asamblea de emergencia y todos los afiliados determinaron no acatar el paro del 8 y 9 de agosto, porque nos perjudica y no fuimos invitados por el Comité Interinstitucional, no hemos sido tomados en cuenta; en ese sentido, los afiliados decidieron que no se acate el paro”, expresó García.
La organización tiene 80 mil afiliados que brindan servicios de transporte urbano, intermunicipal e interprovincial que saldrán a trabajar con normalidad el lunes y martes de la próxima semana.
“Las pérdidas económicas que genera el paro es incalculable, los bancos no esperan. En la organización hay mototaxistas, transporte de material de construcción, taxistas, floteros, camiones internacionales y camiones”, indicó.
Asimismo, García informó que para garantizar su trabajo se enviaron notas al Ministerio de Gobierno, la Policía Departamental y a la Fiscalía de Santa Cruz.
Por su parte, el secretario ejecutivo de la Federación de Transportistas 16 de Noviembre de Santa Cruz, Bismark Daza, reiteró que el 100 por ciento de los transportistas saldrán a trabajar los días 8 y 9 de agosto.
También, responsabilizó al gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, de cualquier hecho de violencia que se ejerza contra los choferes.
“En el anterior paro (del 25 de julio) salieron casi 60 y 70 por ciento, sin embargo, esta vez saldremos el 100 por ciento, cualquier cosa que suceda será de responsabilidad del gobernador que incita al paro”, declaró Daza.
Entre tanto, el dirigente enfatizó que los transportistas no pueden dejar de trabajar un día porque tienen responsabilidades económicas y esto afecta a toda una cadena de negocios que incluyen mecánicos, electricistas, “muelleros, vivanderos y hasta caseritas del barrio”.
“No trabajar un día en el transporte es no llevar el pan de cada día a los hijos”, aseveró.
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