Varias decenas de personas protestaron la jornada precedente en inmediaciones del Consejo Popular de Altamira, en Santiago de Cuba, y protestaron por los continuos apagones, además de la complicada situación económica que enfrenta la ciudad.
La manifestación fue rápidamente interceptada por las denominadas “fuerzas represivas del régimen”, quienes intentaron despejar de la zona para reducir a los movilizados.
“Es un abuso lo que tienen con nosotros. Toda la madrugada sin luz y se volvió a ir la corriente a las 11:00 de la mañana”, publicó en un diario local, la activista Aurora Sancho.
Entre las consignas que recitaron los manifestantes, las más repetidas fueron críticas contra el Presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, además de reclamos para que se reestableciera la energía eléctrica, según informó el portal de noticias Europa Press.
Mientras tanto, las autoridades cubanas manifestaron que están intentando solucionar los apagones eléctricos, también llamaron a la calma a los ciudadanos.
“Sabemos de las consecuencias y del estado de disgusto que generan estos continuos y largos apagones eléctricos, pero se está trabajando sin descansar. Los circuitos que casi no sufren afectaciones están conectados a circuitos de prioridad como es el caso de hospitales, fábricas e industrias que garantizan la elaboración de alimentos y servicios de prioridad”, explicó un trabajador del Ministerio de Salud Pública (Minsap).
En los últimos meses las protestas motivadas por prolongados apagones en localidades de toda la isla fueron más frecuentes. Además, la capital cubana, La Habana, también comenzará a sufrir cortes de electricidad a partir de este mes, a medida que crece la crisis energética del país.
Las protestas llevadas a cabo por los continuos apagones generaron preocupación en el Gobierno cubano, pues el año pasado se desarrollaron las protestas más grandes registradas en la isla desde la revolución cubana.
En julio se registraron 263 manifestaciones, dos de ellas multitudinarias, en ese entonces la gente salió a las calles para exigir mejores condiciones de vida, mientras el país atraviesa una grave crisis alimentaria, de salud, energética e inflacionaria. En solo el primer semestre de este año se registraron más de 1.700 protestas.
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