Existen pocos esfuerzos para reducir el uso del mercurio y evitar el aumento de su uso en la minería que afecta a los pueblos indígenas de Bolivia, según expresó el relator Especial sobre Sustancias Tóxicas y Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Marco Orellana.
Manifestó su gran preocupación sobre el aumento de la contaminación por mercurio generada por la pequeña minería que afecta los pueblos indígenas y a toda la cuenca amazónica que según él genera graves impactos en los derechos humanos efectivos.
En marzo de este año, Orellana ordenó al Estado boliviano a presentar dentro de dos meses y medio su plan de acción para reducir el uso y comercialización del mercurio. Además, alertó que el aumento en el uso, comercialización y tráfico de mercurio desde Bolivia a los países de la región no sólo frustran los esfuerzos de la comunidad internacional en el cumplimiento del Convenio de Minamata, sino que genera un grave problema regional.
“A la fecha no recibí del Gobierno boliviano información acerca de las medidas para la implementación de las recomendaciones del Convenio Minamata, por ejemplo, lo que es la demora en el plazo de la elaboración del Plan de acción nacional, ni su contenido ni el proceso que se va a llevar acabo para su elaboración (…). Hay una brecha que se debe abordar de manera urgente”, agregó el relator de la ONU.
El 28 de septiembre de 2021, Orellana, en colaboración con el Relator Especial sobre Derechos de los Pueblos Indígenas, Francisco Cali, envió a Bolivia una carta de legaciones de violaciones de Derechos Humanos, en la que refiere una profunda preocupación ante el incremento desmedido en la importación y el uso del mercurio, además por sus consecuencias graves en el medioambiente y la salud de las personas.
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