El Papa Francisco partió de Roma la jornada precedente para cumplir con un viaje de una semana a Edmonton, Canadá. El motivo principal de su visita es disculparse por el rol que desempeñó la Iglesia Católica en el abuso de niños indígenas canadienses en internados.
Desde el Vaticano calificaron el viaje como una «peregrinación penitencial». Al llegar a su destino, el Pontífice fue recibido por el primer ministro del país, Justin Trudeau y la gobernadora general de Canadá, Mary Simon.
Mientras esté en el país norteamericano, se reunirá con grupos indígenas y abordará con ellos los escándalos de abuso y eliminación de la cultura indígena en las escuelas residenciales.
Los líderes indígenas pidieron durante mucho tiempo una disculpa papal por el sufrimiento que padecieron los niños indígenas durante décadas. El año pasado, la polémica se desató cuando se descubrieron cientos de tumbas sin marcar en los predios de antiguos internados en Columbia Británica y Saskatchewan, según informó CNN.
Por su parte, la Comisión de la Verdad y la Reconciliación de Canadá informó que más de 4.000 niños indígenas murieron por negligencia o abuso en escuelas residenciales, muchas de ellas administradas en ese tiempo por la Iglesia Católica.
Sin embargo, el Papa se refirió a los indígenas canadienses antes de su viaje, precisamente en abril, cuando expresó su arrepentimiento respecto a este hecho.
«(Siento) dolor y vergüenza por el papel que han tenido varios católicos, particularmente aquellos con responsabilidades educativas, en todas estas cosas que los hirieron, en los abusos que sufrieron y en la falta de respeto mostrada por su identidad, su cultura e incluso sus valores espirituales», manifestó.
Francisco también tiene programado un viaje a Quebec e Iqaluit, capital del territorio canadiense de Nunavut. Durante su visita lo acompañarán dos cardenales canadienses, Marc Ouellet y Michael Czerny.
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