Trabajadores de todos los sectores de la estatal chilena Codelco, la mayor productora de cobre del mundo, iniciaron la presente jornada un paro nacional indefinido de sus labores en protesta por el cierre de la fundición Ventanas, ubicada en una zona de saturación ambiental.
Las protestas iniciaron en las plantas de la empresa tras el anuncio de Codelco el viernes donde señaló el cierre de la fundición de Ventanas, en la bahía de Quintero y Puchuncaví, a unos 140 kilómetros al Oeste de Santiago, zona conocida como el “Chernóbil chileno” por ser una de las áreas más contaminadas del país vecino.
“A esta hora tenemos reportes desde las otras divisiones de Codelco como Chuquicamata (Norte), Gabriela Mistral (Norte), Radomiro Tomic (Norte), Salvador (Norte), Andina (Centro) y El Teniente (Centro) señalándonos que hay pleno apoyo a esta paralización y en solidaridad de los trabajadores y trabajadoras de la División Ventanas”, informó a través de un comunicado la Federación de Trabajadores del Cobre (FTC).
La FTC agrupa al menos 14.000 trabajadores de Codelco, el llamado también convocó a los contratistas externos, superando los 40.000 funcionarios, según explicó el presidente de esta Federación, Amador Pantoja.
Según los sindicatos, la decisión del cierre de la fundición Ventanas es arbitraria, por lo que exigieron al Gobierno la inversión a través de Codelco de 54 millones de dólares para que la planta cumpla los estándares ambientales más altos.
De acuerdo con Pantoja, el paro de labores tiene un coste para la compañía de alrededor de 20 millones de dólares al día.
El panorama mostraba a decenas de trabajadores junto a barricadas incendiadas y con banderas de Chile bloqueando el acceso de la fundición Ventanas, según informó Reuters.
“No al cierre, sí a la inversión”, se leía en una de las pancartas de los protestantes.
La decisión de Codelco se tomó después de un nuevo episodio de contaminación del aire el 9 de junio que afectó a 115 personas, la mayoría escolares, y obligó al cierre de las escuelas de la zona.
“No queremos más zonas de sacrificio, como chileno me avergüenza”, manifestó el Presidente izquierdista, Gabriel Boric.
La organización medioambiental “Greenpeace” calificó esta zona como el “Chernóbil chileno” luego de que en 2018, debido a un episodio grave de contaminación, unas 600 personas de Quintero y Puchuncaví acudieron a centros médicos con diferentes problemas.
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