Después de que declararon a este movimiento telúrico como el más mortífero que golpeó Afganistán en décadas, la cifra de muertos sigue creciendo y hasta el momento se confirmó el fallecimiento de más de 1.000 personas en las últimas horas.
El jefe del Departamento de Información y Cultura de la provincia de Paktika, Mohammad Amin Hozaifa, informó mediante una llamada telefónica a CNN sobre las incidencias del terremoto.
“Más de 1.000 personas murieron y más de 1.500 resultaron heridas en el terremoto del martes por la noche solo en el distrito de Gayan y Barmal de la provincia de Paktika”, informó.
De acuerdo con la autoridad, es muy probable que el número de muertos aumente a medida que continúan las misiones de búsqueda dirigidas por el Ministerio de Defensa de Afganistán, que puso a disposición un equipo de médicos y siete helicópteros para trasladar a los heridos.
Mediante su cuenta de Twitter, la Organización Mundial de la Salud (OMS) manifestó la presente jornada que sus equipos también estaban en el terreno para responder a cualquier emergencia, incluida la provisión de medicamentos, servicios de trauma y la realización de evaluaciones de necesidades.
El terremoto ocurrió a la 1:24 hora local, a unos 46 kilómetros al Suroeste de la ciudad de Khost, ubicada cerca de la frontera del país con Pakistán, de acuerdo con el reporte del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés).
El sismo se registró a una profundidad de diez kilómetros según el USGS, que asignó al sismo un nivel de alerta amarilla, lo que significa un impacto relativamente localizado.
La mayoría de los decesos se registraron en la provincia de Paktika, en los distritos de Giyan, Nika, Barmal y Zirok, según el viceministro del Ministerio de Estado para la Gestión de Desastres, Sharafuddin Muslem.
La misma autoridad informó que en la vecina provincia de Khost, 25 personas murieron y varias más resultaron heridas, y cinco personas murieron en la provincia de Nangarhar.
El experto en gestión de recursos hídricos, Najibullah Sadid, explicó que el terremoto coincidió con fuertes lluvias en la región, lo que hizo que las casas tradicionales, hechas principalmente de barro y otros materiales naturales, fueran muy vulnerables ante este desastre natural, según informó CNN.
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