Legisladores oficialistas y opositores coincidieron en considerar la posibilidad de incluir figuras penales como la castración química o cadena perpetua para sancionar a feminicidas y violadores, casos que se ven cada vez con más frecuencia en el país.
El diputado por el Movimiento Al Socialismo (MAS), Daniel Rojas, dijo que luego del caso de violación grupal que sufrió un niño en el municipio de Yapacaní, considera oportuno debatir la inclusión de sanciones más drásticas como la castración química para los violadores, incluso se aventuró a mencionar la pena de muerte.
“La sociedad está pidiendo que haya sanciones más duras contra quienes cometen este tipo de vejámenes contra seres inocentes que son los niños. Con el último caso que se conoció en Yapacaní, es necesario que los asambleístas debatamos sobre cómo imponer sanciones, y en este marco, debemos hablar sobre la castración química o la pena de muerte”, declaró.
Reforzando su postura respecto al tema, Rojas cuestionó el respeto a los Derechos Humanos de todas las personas, incluso si comenten actos como violaciones o asesinatos, según informaron medios nacionales.
Respecto al caso particular del menor violado por un grupo de cuatro personas, a quien contagiaron VIH, la autoridad aseguró que desde el Parlamento se buscará que la víctima reciba todo el apoyo necesario, especialmente en salud, desde el Gobierno nacional.
Por su parte, el senador por la alianza Creemos, Erik Morón, coincidió con el criterio de su colega y manifestó su urgencia de abrir el debate respecto al proyecto de Ley de Castración Química y Cadena Perpetua para condenar con penas más drásticas a quienes cometen este tipo de delitos.
“Este no es un tema de colores políticos, es un tema que está todos los días en los titulares de los medios de comunicación, que afecta a nuestra sociedad y por eso es oportuno que podamos abrir el debate y analizar los alcances de este proyecto de ley”, precisó.
La urgencia de sanciones más duras a violadores se hizo evidente la noche del martes cuando los pobladores de Yapacaní, iracundos y buscando hacer justicia por mano propia, casi linchan a uno de los acusados de violar al menor de diez años.
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