El epicentro de este nuevo desastre natural en Brasil, fue en la comunidad Jardim Monteverde, una zona precaria en la frontera entre Recife y la capital de Pernambuco, y el municipio de Jaboatao dos Guararapes, donde la intensa lluvia provocó un deslizamiento de uno de los cerros provocando la muerte de decenas de personas.
Las lluvias torrenciales en el área metropolitana de Recife, en el Noreste de Brasil, dejó al menos 80 muertos y 56 desaparecidos, según el reciente reporte, emitido el domingo, asimismo rescatistas y voluntarios prosiguen la incesante búsqueda de desaparecidos.
Según los reportes, se conoció de 56 desaparecidos y 80 muertos por los deslizamientos. Las furiosas corrientes de agua y barro arrasaron con todo a su paso en Recife, afectado a varios municipios.
Entre tanto, las autoridades de Gobierno manifestaron que el número de personas cuyo paradero se desconoce no está cerrado.
“Todavía no tenemos ese número exacto, pero hay reportes de víctimas de los accidentes causados por las lluvias que no fueron localizados (…). Las búsquedas continuarán hasta que podamos identificar a todas las personas desaparecidas», señaló durante una rueda de prensa el gobernador del municipio de Pernambuco, Paulo Camara.
Los estragos dejaron casi a 4.000 personas sin hogar, además grandes daños en la infraestructura de varios municipios.
También en la comunidad de Jardim, los rescatistas retiran grandes cantidades de escombros con la ayuda de voluntarios, en medio de una gran destrucción y el dolor de los vecinos.
Por su parte, el Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, señaló que una comitiva de cuatro ministros, visitará este lunes la zona afectada y anunciará medidas de apoyo a la población y a los municipios afectados.
TESTIMONIOS
Según Flávio José da Silva, buscó intensamente a su padrastro entre los escombros de lo que era su casa. Poco después de que el cerro colapsara, logró hablar con él.
“Me dijo, estoy aquí debajo de la tierra. Esperamos encontrarlo vivo”, relató a la AFP, mientras mostraba su casa debajo del escombro.
Otro testimonio es de Luiz Estevao Aguiar, quien manifestó entre lágrimas a TV Globo que once de los muertos en ese deslave eran parientes suyos.
“Murió mi hermana, mi cuñado, murieron 11 personas de mi familia, fue difícil. Fue muy difícil. No me esperaba esto”, indicó el afectado.
Entre tanto, una cadena humana con los pies hundidos en el barro, pasaban cubos de lodo que dejó el cerro.
/SVL