Con 30 años sin derecho indulto, la justicia condenó a Fernando García Suárez por asesinar con 11 puñaladas a su pareja, Maida Roca Chuvé; el hecho ocurrió el domingo reciente en el municipio de Pailón del departamento de Santa Cruz. El sujeto planificó todo para acabar con la vida de la madre de sus tres niños de dos, siete y nueve años.
García llegó hasta el domicilio de su suegra donde se encontraba Maira a quien pidió que fuera a su casa para que les prepare un locro a sus hijos. Con sospechas la mujer le comunicó del hecho a su madre, quien le prohibió salir de su vivienda.
Ante esa situación, el sujeto sacó un cuchillo y atacó a Maida con 11 puñaladas debajo de un árbol de tamarindo, frente a sus hijos que presenciaron la escena.
Según la Policía, el hombre asesinó el 22 de mayo a la joven en frente de dos de sus tres hijos, quienes están afectados emocionalmente al haber sido “testigos” del feminicidio de su madre y recibirán apoyo psicológico.
Los familiares y vecinos intentaron salvar la vida de la joven madre y la trasladaron al Hospital Japonés donde no pudieron atenderla por falta de espacio. Estaban llevándola a una clínica, pero en el camino perdió la vida.
La familia de la víctima indicó que en varias ocasiones denunciaron al agresor pero que nadie les brindo garantías de seguridad, según informó Opinión.
La madre de Maida, Candelaria C., informó que su hija sufrió violencia en manos de su pareja y que el agresor se volvió celoso.
“Él era malo. Se puso celoso y no era así. En un comienzo era bien, no fue más que se pilló una mujer y no le gustaba que ella se peine, se pinte, se cambie. Le gustaba que ande sucia y él bien cambiado”, informó la mujer.
Candelaria relató que García la amenazaba y le pidió que se aparte totalmente.
“Le dije a Maida que se retire de Fernando que ya estaba peligroso porque la amenazaba. Te voy a matar, 30 años para mí no es nada, pero vos no vas a quedar ni para mí ni para nadie. Él quería llevársela a su casa a toda costa el día de los hechos”, aseveró.
Familiares y amigo de Maida, indicaron que ella aspiraba ser una maestra de kínder, quería salir adelante, superarse, seguir con sus estudios para ser educadora.
“Su sueño de ella era ser profesora de niños de kínder. Ella soñaba con eso”, señaló la hermana de la víctima.
La víctima, ansiaba que llegue el 27 de mayo, Día de la Madre, para disfrutar en el colegio junto a sus hijos que estaban organizando un festejo e incluso ya habían pagado la cuota para festejar y agasajarla.
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