El Liverpool logró hacer valer su condición de local en el Anfield Stadium, ganando 2 a 0 al Villarreal en el partido de ida de la etapa semifinal de la Champions League, resultado que le permitirá afrontar con tranquilidad el partido de vuelta programado para el martes de la siguiente semana.
Con un primer tiempo relativamente tranquilo, la escuadra británica remontó para la segunda mitad del juego anotando dos goles en solo dos minutos; cuando corría el minuto 53, Pervis Estupiñán (ya con una tarjeta amarilla) logró romper el cero, luego, Sadio Mané hizo lo propio cuando el reloj marcaba 55 minutos de juego.
El partido comenzó a ‘calentarse’ cuando en el minuto 79 anularon un gol del Liverpool por un adelanto de Van Dijk; de lo contrario, podrían haber ganado 3-0. Liverpool demostró un liderazgo notable a comparación del equipo español a lo largo de los 90 minutos en que rodó el balón.
El 2-0 es un resultado malo, muy malo, pero no mortal. El Villarreal estará vivo en la vuelta, pero necesitará jugarla. No le valdrá sólo firmar la hoja de presentación, tendrá que ir a buscar al Liverpool y tratar de ganarle por lo menos por dos goles de margen.
Una desventaja que el equipo de Klopp no ha concedido en los 55 partidos que ha disputado esta temporada. De hecho, el Liverpool solo ha perdido tres encuentros esta campaña. No es imposible, pero sí un milagro.