La muerte del exdirector del extinto Fondo Indígena (Fondioc), Marco Antonio Aramayo, fue el resultado de una serie de “vulneraciones a sus derechos fundamentales”, según indicó el Instituto de Terapia e Investigación sobre las Secuelas de la Tortura y la Violencia Estatal (ITEI) en un pronunciamiento.
La institución recordó la atención psicológica y seguimiento médico que efectuaron a su caso desde 2017, con un trabajo de documentación de los hechos de tortura y violaciones a los derechos humanos a las que fue sometido durante los siete años de su encierro.
“Su muerte es la trágica conclusión de una serie de vulneraciones a sus derechos fundamentales que han afectado al señor Marco Antonio Aramayo, y que también afectan a las personas privadas de libertad en general. En consecuencia, consideramos urgente rememorar y denunciar estas vulneraciones”, establece parte del pronunciamiento del instituto.
Aramayo murió la madrugada del 19 de abril mientras se encontraba internado en la Unidad De Terapia Intensiva del Hospital Municipal de Cotahuma de la ciudad de La Paz. Sus restos fueron trasladados a Santa Cruz de la Sierra donde serán enterrados por los familiares, reportó la red Erbol.
Denuncia de irregularidades
Asimismo, desde el instituto señalaron que desde el momento que Aramayo denunció las irregularidades del extinto Fondo Indígena en 2015, fue tildado de culpable, además de “estigmatizado socialmente por todas las autoridades estatales”, en medios de comunicación.
También manifestaron que cuando el exfuncionario respondió a las acusaciones en su contra o señaló la responsabilidad de algunos miembros de la institución, su castigo “fue inmediato”.
“Ya sea con visitas de desconocidos que lo amenazaban de muerte a él y su familia, ya sea con la fila de jueces y fiscales que se presentaron en el penal de San Pedro— con tal de incrementar lo que debía ser un solo proceso hasta alcanzar una cifra absurda de procesos por un mismo hecho”, resaltaron.
Aparato Judicial responsable de la muerte
Por otro lado, el ITEI aseveró que el Aparato Judicial tiene la responsabilidad con relación a lo que sucedió con Aramayo, considerando que hizo “caso omiso” del derecho a la presunción de inocencia.
“Ostentando con orgullo todos los atributos de una justicia ineficiente y corrupta”, sostuvieron.
Aseguraron que “nunca han iniciado siquiera una debida investigación” respecto a las irregularidades del desfalco en el exFondo Indígena.
“Tan solo hace un par de semanas, el Aparato Judicial daba inicio a nuevos procesos (en los que dictaron medidas cautelares), siete años después de haber sido apresado. Todo ello con el pleno conocimiento de que el señor Aramayo padecía de hipertensión arterial, y de que su salud empeoraba con cada viaje”, indicaron.
El instituto también responsabilizó de su situación a la Policía, porque en los viajes que tuvo Aramayo, “muchos de los escoltas” designados presuntamente lo torturaron, al igual que el personal de seguridad de diferentes cárceles del país.
“Sufrió de torturas biológicas cuando lo privaron de alimentos, agua y medicamentos durante horas. Sufrió de torturas físicas cuando lo golpearon y lo forzaron a viajar esposado y en posiciones forzadas del cuerpo. Sufrió de tortura psicológica cuando lo amenazaron, extorsionaron, insultaron y humillaron”, añaden.
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