A 11 sube la cifra de muertos, a consecuencia de los ataques con misiles perpetrados por las fuerzas rusas, contra la ciudad ucraniana de Lviv. La urbe atacada esta jornada está a unos 80 kilómetros de la frontera con Polonia. Entre las víctimas hay un niño.
El portal de noticias Ukrinform señaló que inicialmente se reportaron a seis muertos y ocho heridos, por los ataques en una infraestructura militar que también afectó a construcciones civiles, incluyendo un taller de neumáticos, sin embargo, el nuevo balance de víctimas fue difundido por el alcalde de la ciudad, Andriv Sadovy, mediante su cuenta de Telegram.
Asimismo, el jefe de la Administración Militar Regional de Lviv, Maksim Kozitski, confirmó cuatro impactos, pero no brindó más detalles; al mismo tiempo pidió a la población que permanezca en los refugios ante la posibilidad de nuevos bombardeos.
La ciudad de Lviv, situada cerca de la frontera con Polonia, permaneció hasta ahora prácticamente intacta durante el conflicto, se registró un único ataque en los alrededores desde el estallido de la guerra el 24 de febrero, según informó el portal de noticias Infobae.
Por otra parte, el jefe de la Administración Militar Regional de Dnipropetrovsk, Valentin Reznichenko, aseguró que las fuerzas rusas bombardearon la zona, sin embargo, también precisó que el 60 por ciento de los misiles fueron derribados por la defensa antiaérea.
“La noche fue relativamente calmada, pero durante la mañana, los invasores han disparado misiles contra la zona”, publicó en Telegram. También recalcó que no son una presa fácil.
Precisamente, por la ausencia de ataques y por su cercanía a la frontera con Polonia, Lviv se convirtió en uno de los principales puntos de salida del país para los ucranianos que buscaban huir de los ataques.
Las autoridades ucranianas confirmaron también, que seis personas resultaron heridas en otro ataque el domingo al edificio de la Policía en la ciudad de Lisichansk, en la parte de la región de Lugansk (Este).
Por otra parte, miles de civiles de la asediada ciudad de Mariupol, en la costa del mar de Azov, resistieron los continuos bombardeos de las tropas refugiándose en las instalaciones de la acería de Azovstal, una antigua planta metalúrgica que se creó en la década de 1930.
“Hay muchas personas en los búnkeres de Azovstal: mujeres, ancianos, niños. Todos ellos (viven) en condiciones terribles, sin medicamentos, ni alimentos, ni agua”, declaró la presente jornada el jefe de la policía de Mariupol, Mykhailo Vershynin.
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