El nuevo “paquete”, impulsado por los líderes europeos en su reunión informal del 10 y 11 de marzo en Versalles-Francia, y aprobado el reciente lunes por los embajadores de los 27 países ante las instituciones europeas, incluye restricciones comerciales y financieras e incorpora a más oligarcas a la “lista negra” del club comunitario.
Dichas sanciones, coordinadas con el grupo de los países más industrializados reunidos en el G7, muestra la «determinación» de la Unión Europea (UE) de apoyar a Ucrania y paralizar la financiación de la maquinaria de guerra del Kremlin, según declaró el alto representante de la UE para la Política Exterior y de Seguridad, Josep Borrell.
«Es otro gran golpe a la base económica y logística en la que se basa Rusia para llevar a cabo la invasión de Ucrania» y su objetivo es que el presidente ruso, Vladimir Putin, «detenga esta guerra inhumana y sin sentido», manifestó Borrell mediante un comunicado emitido por el Consejo Europeo, que representa a los países de la UE.
Asimismo, la nueva tanda de sanciones, cuya entrada en vigor se espera para este martes, tras su publicación en el Diario Oficial de la UE, incluye una prohibición total de cualquier transacción con ciertas empresas estatales rusas en diferentes sectores y que la Comisión Europea denominó en otro comunicado «el complejo militar-industrial del Kremlin», según reporte del portal informativo DW.
Además, indicaron una prohibición de importación de la UE sobre los productos de acero, que asciende a aproximadamente 3.300 millones en ingresos de exportación perdidos para Rusia, según cálculos de Bruselas, los cuales puntualiza que se distribuirán mayores cuotas de importación a otros terceros países para compensar.
Dichas restricciones incluyen también una prohibición de «gran alcance» de nuevas inversiones en el sector energético ruso, con excepciones limitadas para la energía nuclear civil y el transporte de ciertos productos energéticos de regreso a la UE.
De esa manera, otra de las prohibiciones afecta a la exportación de bienes de lujo de la UE, como ser automóviles, joyas u otros productos, para «golpear directamente a las élites rusas».
Además, la lista de personas y entidades sancionadas se amplió aún más para incluir más oligarcas y élites empresariales vinculadas al Kremlin, así como empresas activas en áreas militares y de defensa, que están apoyando logística y materialmente la invasión.
También existe una nueva lista de actores activos y considerados clave en la desinformación.
Finalmente, se suma una prohibición de empresas rusas por las agencias de calificación crediticia de la UE y la prestación de servicios de calificación a clientes rusos, lo cual «les haría perder aún más acceso a los mercados financieros de la UE, según aseguró el Ejecutivo comunitario.
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