Con 42 años de edad, el delantero Augusto Andaveris corre como un muchacho de 20 años, contagia su alegría y su sinceridad por donde va. El capitán de Chicaloma anotó tres de los cinco goles con los cuales su equipo ganó la final del torneo Interyungueño (5-1) frente a Coroico en la localidad de Cruz Loma.
Ninguna excusa tiene espacio en la cabeza de Andaveris, a su edad muchos de sus compañeros están fuera de actividad deportiva, dirigiendo equipos o están desvinculados del fútbol, pero Andaveris sigue corriendo detrás de la pelota con el mismo entusiasmo con el cual inició su carrera y este sábado mostró que sigue con el “fuego sagrado” intacto.
El séptimo título de Chicaloma en el Interyungueño fue ganado en Cruz Loma, localidad que en medio de los cerros y la vegetación característica de la región de los Yungas se detuvo para presenciar la definición del título y Andaveris no pasó desapercibido con un triplete que pocas figuras del fútbol mundial pueden presumir en una final.
En 2019, Andaveris jugó su último partido en el profesionalismo bajo la divisa de Always Ready. Por su edad, ya no tenía espacio dentro de la principal categoría, pero él siguió jugando a nivel de Asociación y en la actualidad forma parte de Ciclón de Tarija, plantel albiceleste que busca regresar a la actuación bajo las luces de la División Profesional.
El secreto de la vitalidad futbolística de Andaveris está al alcance de cualquier persona: hacer ejercicio, alimentación saludable y disciplina. El condimento particular colocado por Andaveris está en la mentalidad, ahí radica la fortaleza de este ícono del fútbol yungueño.
“Mientras pueda seguir corriendo, haciendo actividad física voy a seguir jugando al fútbol. Mi edad no me limita, muchos me dicen ´viejo´ que, de paso a los jóvenes, pero en el fútbol uno se da el espacio y estoy en condiciones. El fútbol es por condiciones y no por edad”, declaró Andaveris.
Andaveris jugó en la Selección Nacional, fue parte de 13 clubes, entre profesionales y de Asociación en el país, también actuó en el Tirana (2005-2006), de Albania, y en el Inter Baku (2008-2009), de Azerbaiyán, siempre con la felicidad de hacer del campo su habitad.