El Presidente de Rusia, Vladimir Putin, advirtió la mañana de este sábado, que las sanciones impuestas por Occidente a su país son como “una declaración de guerra». Las declaraciones fueron emitidas tras calificar de «absurda» la postura de esos Estados.
Durante un acto televisado por las señales locales, Putin también alertó por las zonas de exclusión aérea en Ucrania que reclama Kiev a los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
«Cualquier movimiento en esa dirección será considerado por nosotros como una participación en el conflicto armado por parte de ese país… Escuchamos decir que sería necesario crear una zona de exclusión aérea en el territorio ucraniano. Pero es imposible hacerlo desde el territorio ucraniano, solo es posible desde territorio de un país vecino», explicó Putin.
Asimismo, el Mandatario ruso recalcó que considerarían cualquier movimiento en esa dirección como una participación en el conflicto armado por el tercer país que lo realice, ya que crearía una amenaza contra sus militares, según reporte de la agencia de noticias AFP.
Por su parte, el Presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, criticó firmemente el viernes precedente la negativa de la OTAN de instaurar una zona de exclusión aérea en Ucrania, un pedido para neutralizar la ventaja aérea en combate de Rusia, pero de enorme costo político.
Las “potencias” occidentales no accedieron a esta petición, considerada como difícil de aplicar, porque conlleva un riesgo importante de conflicto directo con Rusia tal como ratificó Putin.
La máxima autoridad rusa, también indicó hoy que «está casi finalizada» la destrucción de la infraestructura militar en Ucrania y repitió que la operación se desarrolla según lo previsto.
«Lo primero que hicimos fue destruir toda la infraestructura militar. Bueno, no toda, de forma parcial, principalmente almacenes de armas, municiones, aviación, sistemas de defensa aérea (…) La destrucción está casi finalizada», manifestó Putin.
Según el líder ruso, en las operaciones militares en Ucrania solo participan soldados y oficiales profesionales, y el Kremlin no prevé llamar al contingente de reservistas.
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