Las puertas de lo que consideran “una vida mejor” se cerraron en la frontera Bolivia-Chile para los migrantes venezolanos, quienes de rodillas pidieron ingresar a suelo chileno y son obstaculizados por los carabineros del vecino país.
En Chile se determinó la nueva ley de migraciones y, además, el Gobierno de Sebastián Piñera aprobó el estado de excepción al Norte chileno, lo cual cierra definitivamente el “candado” de entrada para los venezolanos.
Piñera decidió ejecutar el estado de excepción en las zonas fronterizas, medida que permite el despliegue de las Fuerzas Armadas y se ejecuta en cuatro provincias chilenas: Tamarugal, El Loa, Arica y Parinacota. Todas en la frontera con Bolivia y Perú, según reporte de El Deber.
Además, el Gobierno de Piñera puso en marcha la ley migratoria, que fue promulgada en 2011, con la aprobación de la reglamentación de la norma. Esta ley restringe la llegada de migrantes a territorio del vecino país.
Debido a esas determinaciones, el caos se apoderó en el paso fronterizo Pisiga-Colchane. En ese punto los migrantes venezolanos piden de rodillas a los carabineros chilenos ingresar a su territorio. La entrada a ese país se paralizó tras la aprobación del reglamento de la ley migratoria y la ejecución del estado de excepción.
Las medidas que asumió el Gobierno chileno se tomaron luego de dos jornadas de paros y movilizaciones de camioneros bolivianos y chilenos quienes exigían más seguridad en las carreteras y el freno de la migración por pasos clandestinos tras la muerte, el jueves anterior, de un transportista durante una presunta confrontación con un grupo de extranjeros.
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