Tras la desarticulación de una organización criminal de la que forma parte el exdirector nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn), Maximiliano Dávila, durante el Gobierno de Evo Morales, la Administración de Control de Drogas (DEA) reincorporó a Bolivia en la lista de los países que envía estupefacientes a Estados Unidos.
El politólogo y profesor del departamento de Relaciones Internacionales en la Universidad Internacional de Florida (FIU), en Miami, Eduardo Gamarra, detalló que en años precedentes solo el dos por ciento de la cocaína que ingresaba a EE.UU. provenía de Bolivia, reportó el diario El Deber.
“Es algo que tarde o temprano iba a ocurrir, en un contexto en el que durante los últimos 12 años Estados Unidos decía que Bolivia ya había dejado de ser importante porque apenas el 2% de la cocaína que llegaba a su territorio procedía de Bolivia, pero esto es algo que ha cambiado a la luz de los últimos acontecimientos”, manifestó.
Señaló que las vinculaciones del poder político con el narcotráfico no son un asunto nuevo en el país, resaltando su libro que refleja este complejo fenómeno que vuelve a resurgir: Entre la droga y la democracia.
Similitud de Dávila con otros narcotraficantes
El portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Ned Price, oficializó el 1 de febrero el interés de su país en juzgar a Dávila.
Detallaron que la Corte del Distrito de Nueva York lo acusa de conspirar para introducir droga en Estados Unidos, por lo que a través del programa de Recompensas del Departamento de Estado, ofrecen $us cinco millones por información que permita la condena del policía.
Por la similitud del caso, en 2015 ofrecieron también ese monto por el ex líder del cartel de Sinaloa, Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, quien fue condenado en 2019 a cadena perpetua.
Ese programa de recompensas uso “por la cabeza” de los cuatro hijos de “El Chapo”, un precio de $us 5 millones, afirmando que se mantienen “activos” y con presuntos contactos con Bolivia.
Uno de ellos estuvo en Bolivia y en 2011 se filtró un informe de inteligencia sobre la visita que pudo incluir contactos con altos mandos de la institución del orden.
El Ministro de Gobierno durante el tiempo en el que Dávila fue jefe de la Felcn, Carlos Romero, insistió en que en el país no existe la presencia de carteles de México o Brasil, en los términos en los que operan esas organizaciones criminales controlando recursos y territorios.
Romero aseveró que si la DEA ejecutó alguna operación en Bolivia, estas “son clandestinas”, considerando que la agencia fue expulsada en 2008.
“En nuestro caso, no van a encontrar pruebas ni buscando debajo de las piedras”, sostuvo Romero, defendiendo la gestión de Morales.
Bolivia país de tránsito
Asimismo, la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) calificó a Bolivia como “un país tránsito”, además del núcleo de un puente aéreo que permite la “exportación” de drogas a Brasil, Paraguay, Argentina y Chile, pero con destino final en otros mercados.
Por su parte, el Gobierno informó que en 2021 se destruyeron 46 “narcopistas”, una de ellas en Tarija y otra que había sido asfaltada en un paraje amazónico; sin embargo, un informe del mismo año, desde de la Dirección de Investigación Criminal e Interpol de Colombia (Dijin) afirmaron que existe evidencia de “narcovuelos” con aviones de “alta gama” desde territorio boliviano.
En tanto, el informe de la DEA, basado en grabaciones “legales” de negociaciones entre proveedores y compradores de cocaína, indica que Dávila ofreció “protección armada” y acceso a aeródromos para embarcar y enviar droga a Estados Unidos, a través del Caribe.
Respecto a las “narco rutas”, Gamarra aseveró que los carteles mexicanos Jalisco, Nueva Generación y Sinaloa “dominan” el mercado y usan a Colombia como proveedora.
“Esa relación se ha extendido progresivamente con Bolivia y Venezuela, donde se han establecido vínculos de alto nivel para el transporte de cocaína al Caribe”, indicó.
Según el politólogo, la otra vía por la que Bolivia se vincula actualmente con los mercados internacionales de la droga, “es por el Pacífico, a través de los carteles mexicanos”, que a su vez mantienen relaciones con proveedores de Perú.
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