El interés de la población orureña por vacunarse contra el covid-19 en el Salón “Luis Ramiro Beltrán” disminuyó ostensiblemente, desde que el Gobierno nacional estableció que la presentación del carnet de inoculación no será obligatoria para realizar trámites en entidades públicas como privadas.
Cuando aún estaba latente esa situación respaldada por los decretos supremos 4640 y 4641, el salón dependiente del Gobierno Autónomo Municipal de Oruro (GAMO) estaba lleno de gente, preocupada aparentemente, según algunas autoridades, más por tener el documento que por su propia salud.
Ahora que el carnet de vacunación no será un requisito, las largas filas desaparecieron y los ciudadanos llegan al lugar como “cuenta gotas”, mientras el personal de salud que está en el lugar, aprovecha para visitar algunas redes sociales, mientras la gente se aproxima a cumplir con el proceso de inoculación.
SECRETARIO
Esa situación fue confirmada por el secretario Municipal de Salud del GAMO, Raúl Díaz, señaló que se vio una baja en la asistencia de personas para vacunarse, presumiblemente por la flexibilización del carnet.
“En la semana ya habíamos notado que la población no estaba asistiendo, hemos llegado casi a un 82% en líneas generales de cinco años adelante en las primeras dosis, lo ideal sería que los orureños asistan a vacunarse”, señaló.
PRUEBAS
En contra partida la demanda para tomarse la prueba de antígeno nasal creció, no solo en el “Luis Ramiro Beltrán”, sino también en los demás centros de salud.
Por día se toman entre 50 a 100 pruebas de antígeno nasal y en las zonas donde no hay mucha población, por día se toman 30 muestras. En el municipio aproximadamente se realizan 1.500 pruebas por día.