Dado que el grupo más vulnerable para contraer el covid-19 es la población infantil y adolescente en esta cuarta ola de la pandemia del covid-19, desde el Servicio de Pediatría del Hospital General “San Juan de Dios”, instaron ayer a la población en general y principalmente a los padres de familia a extremar las medidas de bioseguridad no farmacológicas.
Viendo el incremento de casos de covid-19 en niños y adolescentes, el jefe del Servicio de Pediatría del nosocomio, Grover Bustamante, recomendó extremar las medidas de bioseguridad como el distanciamiento social, el lavado de manos constante, la higiene respiratoria y sobre todo evitar asistir a eventos sociales o actividades que concentren grandes cantidades de personas.
Ya con la instauración de la vacunación a niños de cinco a 11 años, Bustamante, pidió a todos los padres llevar a sus niños dentro del rango establecido a los centros de salud y puntos masivos para que reciban las dosis de la Sinopharm, siendo la inmunización una de las mejores estrategias de prevención contra el covid-19.
Por otro lado, el profesional manifestó que todo con sintomatología respiratoria, debe ser considerado altamente sospechoso de covid-19 hasta no demostrarse lo contrario, por lo que instó a los padres a llevar a sus hijos menores al médico en caso de presentar algún síntoma como fiebre, resfrió, tos, dolor de garganta entre otros.
“Muchos resfríos están considerados como tal, pero también nosotros como pediatras estamos viendo que no solo son simplemente resfríos, sino que son pacientes que están con covid-19”, dijo Bustamante.
PADRES
Por otro lado, la psicóloga del Servicio de Pediatría, Fessy Lara, recomendó a los padres guardar la calma en caso de que sus pequeños hijos contraigan la enfermedad, toda vez que los niños replicarán las emociones y sentimientos que tengan sus progenitores.
“Hay muchos niños que saben que es el covid-19 pero de alguna forma cuando ya tengan el diagnóstico los padres deben de guardar calma, no alterarse para que los niños pasen esta situación un poco tranquilos, porque si los padres se muestran alertados, angustiados o nerviosos, nosotros trasmitimos esto a nuestros niños y ellos van a mostrarse así, angustiados y asustados”, recomendó la psicóloga.