No es militar ni policía, pero lleva de nombre “Sargento”, por el temperamento que demostró desde que era una cría, perseverante, audaz y por lo que se ve hasta ahora sin miedo a nada.
El lunes reciente se portó como un verdadero héroe, uno sin capa por supuesto, que actuó en el momento preciso para salvar a su amo, que de estar solo, quizás otro hubiese sido su destino.
SARGENTO
La historia de este can se hizo pública tras su gran participación el lunes, en una vivienda particular de la Urbanización Pedro Ferrari, zona Este de la ciudad de Oruro.
Aquel día, dos albañiles, trabajaban en la casa donde los contrataron, y por ser los primeros días del año, decidieron ch’allar, luego de recibir un pago que se les hizo. Sin embargo, el consumo de alcohol originó que su comportamiento pase la línea del respeto y con ello asuman una actitud beligerante en contra de la persona que contrató sus servicios.
Sin valorar ese aspecto y salidos de sus cabales, golpearon sin medida ni clemencia al propietario, quien pese a ser deportista, no quiso utilizar la fuerza, para evitar contratiempos mayores.
Prácticamente reducido, es que aparece el héroe de la jornada, Sargento, un can criollo, quien olfateó el peligro para salvar a su amo, y así lo hizo, sin miedo y sin escatimar lo que podría sucederle. Solo así, el dueño se puso a salvo pero con varias heridas en el cuerpo.
CAN
La mascota tiene algo más de un año, y pese a su corta edad, ya vivió varias experiencias que incluso le cuesta la vida. Entre ellas, fue atropellado por un vehículo, sin embargo, su fortaleza le permitió seguir adelante y sobrevivir a ese episodio.
A su año, Sargento se extravió, sus dueños desesperados lo buscaron por todos lados. Cuando sale a dar unas vueltas por el vecindario, la mascota tiene sus amigos, con los que juega a unas calles de su hogar.
Fue uno de esos días que salió, pero no contaba que alguien se lo llevaría, solo con el afán de comercializarlo. Su familia, afligida por su desesperación lo buscó por todos lados, hasta que después de 18 días lo encontró sano, pero flaco.
Él es muy cariñoso, gran parte del tiempo está dentro de la casa, recibe a sus amos con alegría saltando y poniéndose de dos patitas. Le gusta jugar y es tal el cariño que siente por las personas que lo quieren, que empieza a lamerles las manos o la cara.
Tiene su propia ropa que incluso fue tejida por uno de los miembros de su familia. Su alimentación es especial, no come cualquier cosa, sino vísceras que deben estar bien cocidas, además debe hacerlo con cuchara. Su comportamiento es sencillo y distingue a las personas, si son buenas o malas.
El día que salvó a su amo, dio el ejemplo de qué representa ser un verdadero amigo, más que guardián. Además de demostrar que las mascotas cuando se las quiere de verdad, pueden llegar a ser más que un adorno en la casa.