El mal tiempo pasa factura a dos regiones del departamento de Santa Cruz. En el Norte, el municipio de San Pedro, las fuertes lluvias arrasaron con 15.600 hectáreas de cultivos; entre arroz y soya. Mientras que, en los Valles, la crecida del río Mizque provocó la pérdida de siembras en Moro Moro.
Desde hace varios días las fuertes lluvias han ocasionado estragos en diversas regiones del país. Defensa Civil reportó 15 decesos y más de diez mil familias afectadas, en 60 municipios de seis departamentos como consecuencia de las intensas precipitaciones, que se prevé se extenderán por dos meses.
San Pedro
El alcalde del municipio de San Pedro, Ramiro Bartolomé, señaló que las fuertes lluvias provocaron la pérdida de 15.600 hectáreas, entre cultivos de arroz y soya. La autoridad recordó que esta comuna produce cerca del 60 por ciento del total de los alimentos que se siembran en el departamento.
Según la autoridad edil, más de 500 familias fueron afectadas con las intensas lluvias registradas en las comunidades de Hardeman, El Carmen y San Juan del Piraí.
“Estamos dando ayuda humanitaria y se está distribuyendo víveres y se está repartiendo medicamentos”, dijo la autoridad.
Asimismo, dijo que lo peor no pasó y alertó que existe un brote de dengue. A eso se suman varios casos de influenza y de Covid-19, según reportó el diario El Deber.
“Estamos batallando con toda esta situación. Y todavía existe agua, después de una semana de inundación persiste el agua y existe una contaminación bárbara”, sostuvo.
La autoridad pidió a los tres niveles del Estado trabajar de manera conjunta para la construcción de defensivos con el fin de evitar futuras inundaciones.
Explicó que existe un boquete en la altura de Hardeman que inundó todos los campos de cultivos de esa localidad.
En los Valles
Las intensas lluvias también provocaron el desborde del río Mizque. El rebalse dañó varias hectáreas productivas de la comunidad Pampa Negra, del municipio de Moro Moro. Además, varias familias de la zona quedaron afectadas.
La asambleísta representante de la provincia Vallegrande, Mavy Pedraza, reveló que el panorama que están viviendo los pobladores es desolador, porque la comunidad corre el riesgo de desaparecer.
El subgobernador de Vallegrande, Gary Charly Rodríguez, indicó que se han perdido entre unas 15 a 18 hectáreas de cultivos. Además, informó que el sistema de riego de esa zona está destrozado y no hay agua potable.
El director de Cuencas del Servicio de Encauzamiento de Aguas y Regularización del Río Piraí (Searpi), Javier Mendívil, informó que las crecidas están bajando y solo registran crecidas de ríos en las localidades en Abapó y Pailas, donde las aguas subieron más de dos metros.
Se espera una lluvia fuerte para el 4 de enero, pero no tendrá el impacto de las últimas tormentas que provocaron crecidas extraordinarias que no se registraban desde hace diez años.
Recientemente, la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo resaltó que de persistir las lluvias temen que 100 mil hectáreas no puedan ser sembradas.