El verano del PSG fue, sin duda, uno de los más espectaculares que jamás se recuerden en el fútbol europeo. El conjunto parisino invirtió en grandes estrellas a tan solo un año del Mundial de Catar y prueba de ello son las incorporaciones de Achraf, Donnarumma, Wijnaldum, Sergio Ramos y, sobre todo, Messi. Sin embargo, la mayoría de los fichajes no han tenido el efecto deseado en el equipo y hay algunos a los que la prensa francesa ya considera como decepciones.
El caso paradigmático, claramente, es el de Sergio Ramos. El central andaluz aterrizó en Julio en París tras haberse perdido la Eurocopa por lesión y no pudo debutar hasta el pasado 28 de noviembre tras estar cinco meses en el dique seco. El internacional español, tras dos semanas fuera otra vez por una fatiga muscular, disputó este miércoles su segundo partido de la Ligue 1, contra el Lorient, ingresando en el descanso y acabando expulsado por doble amarilla en apenas cuatro minutos. Tres partidos en seis meses son el pobre bagaje del camero en París, algo que ha llegado a generar rumores de una posible resolución de contrato por parte del PSG.
Del resto de fichajes, tampoco se puede decir que hayan sido un éxito. Achraf Hakimi comenzó la temporada como un avión (3 goles y 2 asistencias durante los dos primeros meses de competición), pero el sistema no le potencia en absoluto. El exjugador del Inter evidencia en cada partido que es carrilero y no lateral y eso le ha impedido rendir durante los últimos dos meses.
Ya no tiene la misma claridad que en septiembre para combinar con Mbappé y lo lejos que le coloca Pochettino del área rival le reducen el potencial. Por otra parte, Donnarumma se ha alternado la titularidad con Keylor sin asentarse definitivamente y Messi, aunque tiene cifras muy pobres en la Ligue 1 (un gol y cuatro asistencias), es el máximo goleador del equipo en la Champions League y fue decisivo contra el Manchester City.