El Tren Navideño de la empresa Ferroviaria Andina S.A., volvió a Oruro luego de haber estado un año ausente, a raíz de las restricciones por el Covid-19. La intención de esta travesía a lo largo de varias regiones del país, es llevar un mensaje de paz, reconciliación y esperanza por mejores días para toda la gente.
Aproximadamente a las 19:30 horas de ayer, el Tren Navideño inició su recorrido por la ciudad de Oruro, desde la Estación de Trenes, hasta la zona Sur y luego a San Pedro, al Norte de la urbe.
Hubo mucha expectativa, principalmente de los niños, quienes junto a sus papás se apostaron a lo largo del recorrido, simplemente para ver el paso del tren y saludar a Santa Claus o las personas que se encontraban en la comitiva. Fue un ambiente distinto, de alegría y felicidad de los pequeñitos. Pese al frío la gente aplaudió y valoró la iniciativa, marcando de una manera distinta la época de la Navidad.
GERENTE
La gerente general de Ferroviaria Andina, Cynthia Aramayo, destacó que, si bien este año es el retorno de esta alegre y colorida actividad, no es al 100% debido a que todavía se asumen ciertas medidas para evitar la propagación del coronavirus, por ello esta vez solo se permitió a los hijos de los ferroviarios subir al tren y no se emplearon vagones cerrados.
Sin embargo, a pesar de esas restricciones, aseguró que lo importante es el mensaje que lleva el Tren Navideño.
“Queremos traer el espíritu navideño, días mejores para los bolivianos, la reconciliación y la paz para el mundo”, expresó.
Aramayo consideró que esta actividad ya es todo un patrimonio de los orureños y bolivianos, por ello hay que mantenerlo y mejorarlo año tras años, pues es muy esperado por todos, especialmente los niños.
RECORRIDO
El Tren Navideño estuvo previamente en Potosí, desde donde inició esta travesía de felicidad el sábado reciente; el domingo pasó por Uyuni y ayer el turno fue de Oruro; hoy estará en Viacha.
Ayer durante su recorrido por la urbe orureña, se vio a mucha gente en el trayecto, que tomaba fotos, videos o sencillamente se limitaban a saludar y apreciar el colorido, la belleza y lo vistoso del tren.
“Es época de amor, de paz; dejemos atrás las cosas malas”, sentenció la gerente.