Es innegable en el mundo futbolístico que el PSG se ha convertido en un equipo en el que los mejores jugadores no salen ni por todo el dinero del mundo. Pasó con Mbappé recientemente, ya que los parisinos rechazaron una oferta de más de 180 millones por parte del Real Madrid, y ahora pasó con Marquinhos, por el que el Chelsea ofreció 85 millones durante el último mercado, pero la respuesta de Leonardo (director deportivo del PSG) fue contundente: el central no estaba en venta.
El traspaso frustrado de Marquinhos por el Chelsea fue una petición personal de Thomas Tuchel. El técnico alemán tuvo al brasileño durante tres temporadas en el PSG y su liderazgo era idóneo para reforzar al conjunto londinense. Sin embargo, tanto el capitán de los parisinos como Leonardo no estaban por la labor de aceptar la oferta de los «blues». De hecho, el PSG está negociando en estos momentos la ampliación de contrato de Marquinhos, que acaba en 2024 y podría renovar por un año suplementario.
El objetivo de Tuchel, era el de hacer una defensa de tres centrales conformada por Marquinhos, Thiago Silva y Rüdiger. Aquel sueño se esfumó de forma inmediata, pues como viene siendo habitual en París, Leonardo no quiere saber nada de ofertas de terceros que involucren a jugadores importantes para el club. Su renovación podría hacerse oficial a comienzos del próximo año.