Al menos 375 personas murieron luego del paso del tifón “Rai” por Filipinas, el peor que “azotó” este año al país, informaron desde la Policía este lunes, mientras se intensifican los esfuerzos por llevar alimentos y agua a las islas devastadas.
Fueron 239 personas quienes resultaron heridas y 52 desaparecieron luego de que el tifón Rai arrasó el Sur y Centro del archipiélago, según la Policía.
Asimismo, se calcula que más de 300 mil personas abandonaron sus casas y hoteles de playa luego del paso de Rai, dejando a varias zonas sin comunicaciones ni servicio eléctrico, mientras en otros sitios arrancó techos y derribó postes de electricidad.
El gobernador de la isla de Bohol, un popular destino turístico, Arthur Yap informó que las víctimas fatales en la isla sumaron 74.
En las islas Dinagat, el portavoz de la delegación provincial, Jeffrey Crisostomo, indicó que existen otros diez fallecidos, según reporte de la agencia informativa AFP.
Con esta cifra, confirmaron que Rai fue de los tifones más mortíferos que “golpearon” a Filipinas en los recientes años. Es probable que el balance aumente a medida que las agencias del Gobierno comiencen a evaluar la totalidad del desastre.
El tifón azotó Filipinas el jueves anterior con vientos de 195 km por hora. Miles de policías, militares, guardias costeros y bomberos trabajan en las búsquedas y rescates en las zonas afectadas.
El sábado el ciclón se alejó avanzando por el mar de China Meridional y el domingo precedente estaba frente a las costas de Vietnam avanzando hacia el Norte.
El papa Francisco al finalizar su oración dominical tradicional del Ángelus, expresó su «cercanía con el pueblo de Filipinas», país en su mayoría católico, añadiendo que «pueda el santo Niño llevar consuelo, esperanza a las familias con más dificultades», en referencia a la cercana Navidad.
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