Los jugadores con un porcentaje mayor de efectividad en el fútbol boliviano son extranjeros. Antes del inicio de la vigésima cuarta fecha del campeonato, la cima de la tabla de goleadores está ocupada por los argentinos Leonardo Ramos y Martín Prost, el dominicano Edarlyn Reyes, el brasileño Jefferson Tavares y el colombiano, naturalizado boliviano, Jair Reinoso, cada uno con 12 tantos.
Los delanteros foráneos lideran esta tabla. Antes de jugarse la jornada 23, la punta estaba en manos de Prost (Independiente) de 33 años, Tavares (31) de Royal Pari y Reyes (24) de Real Santa Cruz. Este fin de semana, se acomodaron en este puesto Ramos (32) de Bolívar y Reinoso (36 años) de The Strongest, cada uno anotó un tanto para sus equipos.
En medio de esta hegemonía de efectividad de los extranjeros, el cruceño Carmelo Algarañaz, de 25 años, saca cara por el fútbol boliviano con 11 goles. El atacante está en unos de sus mejores momentos en su carrera por el aporte que hace a Always Ready y por su convocatoria a la Selección Nacional.
Algarañaz es como un lunar en esta tabla, porque detrás está siendo perseguido por un grupo de foráneos que están con diez tantos: los argentinos Elías Alderete (Aurora) y Patricio Rodríguez (Wilstermann), el ecuatoriano Kevin Mina (Guabirá) y los brasileños Willie Barbosa (The Strongest) y Serginho (Wilstermann).
En esta carrera individual por ser el máximo goleador del torneo el orureño Erwin Saavedra (Bolívar) y el cruceño Henry Vaca (Oriente Petrolero) están con un registro de nuevo tantos, tratando de sumarse a Algarañaz. Con esta misma cantidad están el hondureño Rubilio Castillo (Royal Pari) y el colombiano Humberto Osorio (Wilstermann).
En 2020, con todas las dificultades por la pandemia y en un torneo maratónico, el argentino Marcos Riquelme fue el goleador del certamen con 20 goles, escoltado por Reinoso con 17 y Tavares -en ese entonces jugador de Atlético Palmaflor- también con 17.
La última vez que un boliviano finalizó como goleador de la temporada fue en 2019 con Carlos Saucedo, jugando para San José, con un registro de 44 goles. Ese año, el atacante cruceño fue reconocido como el máximo anotador en el Continente.
