En una manifestación sin precedentes, llena de melodías, tradición, folklore, alegría y belleza, decenas de bolivianos marcharon por las calles de la Capital del Folklore Bolivia, enarbolando la bandera de la unidad por la música. Todos ellos, partícipes del XXVIII Festival Nacional de la Canción “¡Aquí…Canta Bolivia!”.
Fue una marcha diferente, se cambiaron las explosiones de dinamita por el canto, los insultos por el aplauso, las consignas políticas por la música, las pancartas por el baile, en síntesis, fue una simbiosis de culturas y encanto natural, cuya jornada fue acompañada sonriente por el astro rey, quien con sus rayos saludaba a los hermanos bolivianos.
No importó el lugar de procedencia, porque la música pese a la diversidad de ritmos y estilos sonaba en tres colores hermosos, el rojo, el amarillo y el verde, símbolo de la heredad nacional, riqueza de una nación, expresada principalmente por su juventud, con artistas que pretenden brillar por sí mismos.
Tras el desfile, todos llegaron hasta el edificio de la Gobernación. Allí se preparó un sencillo acto en presencia de las principales autoridades, donde el gobernador de Oruro, Johnny Vedia se encargó de dar la bienvenida a todas las delegaciones y al jurado calificador integrado por grandes exponentes del acervo nacional, Wilson Molina, Edwin Castellanos, Emma Junaro, Orlando Andia y Yalo Cuéllar.
“Vamos a disfrutar de sus canciones, de su riqueza cultural en un teatro que lo hemos inaugurado la pasada jornada, el Teatro Internacional Oruro está preparado para recibirlos a todos ustedes, con ese cariño que caracteriza a Oruro, tierra de amor y Carnaval, donde se enamora el gringo y el gitano. Esta tierra les recibe con el cariño más gran-de”, afirmó refiriéndose a todas las delegaciones.
