A pesar de que el Gobierno dijo que la aeronavegación comercial se reactiva, la crisis económica continúa en las instituciones estatales que la administran. Los trabajadores de la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea (Aasana) y de Servicios de Aeropuertos Bolivianos (Sabsa) se disputan la administración de los tres principales aeropuertos del país, que generan 300 millones de bolivianos al año.
El contrato de Sabsa para la administración de los aeropuertos de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz vence en febrero de 2022, pero la empresa presentó un proyecto al Gobierno para administrarlos por 15 años más.
El representante de los trabajadores de Sabsa, Alfredo Chávez, señaló este miércoles que un contrato ampliatorio permitirá a la empresa generar ingresos para el Estado y mejorar los aeropuertos.
Dijo que los trabajadores ya tienen acercamientos con el Viceministerio de Transporte y que agotarán todos los recursos para ampliar la administración.
“Son 800 trabajadores que dependen de esta fuente laboral, además Sabsa no tiene para pagar beneficios sociales si quieren retirarnos”, indicó.
En tanto, los trabajadores de Aasana rechazaron dicha propuesta porque consideraron que se estaría haciendo un daño económico al Estado, puesto que Sabsa tiene un porcentaje accionario que corresponden a privados.
El secretario de conflictos de los Trabajadores de Assana, Néstor Villarroel aseguró que durante 20 años de administración de Sabsa no se ha mejorado los aeropuertos, por lo que consideró que Aasana debe asumir esa tarea o de lo contrario la situación de la institución continuará siendo crítica.
No obstante, Aasana también enfrenta dificultades. La paralización de los vuelos causados por la pandemia del Covid-19 perjudicó la economía de esta institución y, a la fecha, sus ingresos no logran cubrir sus egresos, reportó Los Tiempos.
Villarroel señaló también que Aasana genera cada mes siete millones de bolivianos, pero se requiere nueve millones para cubrir sus gastos.
Plantean una reingeniería
Debido a la crisis que atraviesa Aasana, el Gobierno planea una reingeniería que contempla reducir categorías e incorporar a nuevos funcionarios.
Sin embargo, los trabajadores no están de acuerdo con esa propuesta y rechazaron el ingreso de nuevo personal hasta que la situación económica de la institución mejore.
Los trabajadores, además denunciaron que todavía se les adeuda porcentajes de los salarios de noviembre y diciembre de 2020 y enero, febrero, marzo y agosto de este año.
Buscan sacar a Aasana de la crisis
El ministro de Obras Públicas, Édgar Montaño, manifestó que los trabajadores de Aasana saben y están conscientes de que la empresa debe ser reestructurada para ser rentable.
Explicó mediante una conferencia de prensa que el Decreto Supremo 4528, mediante el cual se creó un Fondo Rotativo de cerca de 84 millones de bolivianos para jubilar a los trabajadores, “obliga” al Gobierno a reestructurar la empresa.
“¿Eso qué quiere decir? Achicar el gasto, hacer una reingeniería entonces”, mencionó la autoridad.
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